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La planta que debes colocar en tu casa para ahuyentar los insectos en verano

Aliada contra mosquitos, cucarachas y otros insectos, esta planta aromática protege tu hogar de forma natural y sin químicos

La planta que debes colocar en tu casa para ahuyentar los insectos en verano
La planta que debes colocar en tu casa para ahuyentar los insectos en veranoFreepik

Con la llegada del calor, los insectos encuentran en nuestras casas el lugar ideal para refugiarse y alimentarse. Mosquitos, cucarachas, hormigas o pequeños escarabajos como los gorgojos se cuelan en rincones húmedos, armarios y cocinas, alterando nuestra tranquilidad y poniendo en riesgo la higiene del hogar. Pero frente a los productos químicos que invaden los estantes de los supermercados, existe una alternativa sencilla, natural y muy efectiva.

El laurel, la misma planta que se utiliza en guisos, caldos y platos de cuchara puede convertirse también en una barrera natural contra insectos no deseados. De nombre científico Laurus nobilis, el laurel es una planta mediterránea perenne, de hojas resistentes, que no sólo aporta sabor a nuestras comidas, sino que desprende un aroma fuerte y penetrante que resulta insoportable para muchos insectos.

La planta aromática que sirve como repelente natural contra insectos

Lo que convierte al laurel en un aliado perfecto para el verano es su composición química. Las hojas de laurel contienen compuestos volátiles como el eucaliptol (también presente en el eucalipto) y el metileugenol, sustancias que actúan como repelentes naturales frente a diversas plagas.

Estos componentes afectan el sistema olfativo de insectos como cucarachas, gorgojos, moscas e incluso algunos tipos de hormigas, que dependen del olfato para encontrar alimento o establecer rutas. Al percibir el intenso olor del laurel, los insectos tienden a evitar las zonas donde está presente, haciendo del entorno un lugar hostil para ellos.

Hojas de laurel
Hojas de laurelPIXABAY (kropekk_pl)

Cómo y dónde colocar el laurel en casa

Utilizar el laurel como repelente no requiere grandes esfuerzos ni gastos. Existen dos formatos eficaces: hojas secas y planta en maceta. Las hojas secas pueden colocarse en bolsitas de tela, pequeñas cestas o directamente sueltas en zonas críticas del hogar. La cocina, especialmente los armarios con alimentos, es uno de los lugares clave. También conviene poner hojas dentro de botes de cereales, legumbres o arroz, siempre protegidas en bolsitas para evitar el contacto directo con los alimentos.

Para reforzar su acción contra cucarachas, es recomendable distribuir hojas en lugares como detrás de la nevera, bajo el fregadero o cerca de desagües, donde estos insectos suelen esconderse. En el caso de los mosquitos, colocar una maceta de laurel en la terraza o junto a las ventanas puede actuar como barrera aromática, ayudando a evitar que entren en casa.

Además, el laurel en maceta añade un toque decorativo y es fácil de cuidar: requiere sol directo y riego moderado, siendo resistente a las altas temperaturas del verano.

Una de las grandes ventajas del laurel frente a los repelentes comerciales es su inocuidad para la salud. Mientras que los aerosoles o difusores eléctricos pueden contener sustancias nocivas, sobre todo en espacios cerrados o en hogares con niños o mascotas, el laurel representa una opción natural, sostenible y libre de tóxicos.

Además, su acción no se limita a repeler. Al aromatizar el ambiente, el laurel también ayuda a mantener espacios frescos, limpios y con una fragancia herbal que contrarresta olores indeseados. Incluso puede colocarse dentro de armarios o cajones para ahuyentar polillas y preservar la ropa de forma segura.

Aunque parezca una solución “de la abuela”, el uso del laurel como repelente natural está avalado por numerosos estudios y está siendo recuperado como parte de un enfoque doméstico más sostenible. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada vez más hogares optan por productos naturales para el control de plagas, reduciendo así la dependencia de químicos que pueden contaminar el aire interior. En definitiva, es una forma sencilla, económica y eficaz de cuidar tu espacio y proteger a tu familia de los insectos, mientras mantienes el aroma mediterráneo que tanto valoramos en nuestras cocinas.