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Pocas personas saben: ¿Por qué debes frotar una vela en la cerradura de tu casa?
Un truco simple, económico y eficaz puede ayudarte a evitar reparaciones costosas y problemas con la llave. Solo necesitas una vela y un par de minutos
Con el paso del tiempo, muchas cerraduras -especialmente las más antiguas o poco usadas- tienden a endurecerse. Las llaves se atascan, giran con dificultad o, en el peor de los casos, se rompen dentro del mecanismo. Aunque existen productos comerciales para resolverlo, hay una solución casera que ha sido utilizada durante generaciones y que pocos conocen: frotar una vela en la cerradura.
Un truco casero con efecto inmediato
El procedimiento es muy sencillo. Solo hay que frotar una vela en el propio mecanismo de la cerradura o directamente en la llave. El objetivo es que una pequeña capa de cera recubra los dientes y el cuerpo metálico de la llave para que, al insertarla, actúe como lubricante natural.
Este truco facilita el movimiento interno de las piezas, permitiendo que la llave gire con mayor suavidad y reduciendo el riesgo de desgaste o daño en los componentes internos.
¿Por qué funciona?
La cera de las velas, al entrar en contacto con los mecanismos metálicos de la cerradura, actúa como un lubricante seco. A diferencia de los aceites o productos industriales, no deja residuos grasos ni atrae polvo, lo que la convierte en una opción ideal para mantener el buen estado de cerraduras delicadas o poco utilizadas.
Además, no daña los componentes internos, un riesgo que sí existe con algunos aerosoles comerciales si se aplican en exceso o de forma incorrecta.
¿Cuándo conviene usarlo?
- En cerraduras antiguas que comienzan a endurecerse.
- En puertas que no se usan con frecuencia, como trasteros o garajes.
- Cuando una llave empieza a atascarse o a requerir más fuerza para girar.
- Este truco también puede aplicarse de forma preventiva, especialmente antes del invierno o en épocas de humedad, cuando las cerraduras suelen presentar más problemas.
¿Cómo hacerlo paso a paso?
- Toma una vela común, preferiblemente de parafina o cera natural.
- Frota la llave directamente sobre la vela varias veces, asegurándote de cubrirla con una fina capa de cera.
- Inserta la llave en la cerradura y gírala repetidas veces para distribuir la cera en el interior del mecanismo.
- Repite el proceso si notas que aún hay resistencia o aspereza.
- También puedes frotar directamente la vela sobre la entrada de la cerradura, aunque hacerlo sobre la llave suele ser más práctico y preciso.