
Psicología
La psicología destaca los tres colores que utilizan las personas admiradas por todos
Según la ciencia del color estos son los tonos comunican respeto, liderazgo y empatía

Un simple cambio de color puede transformar la forma en que el mundo nos mira. Lo que para muchos es una elección estética, para la ciencia es una poderosa herramienta de percepción: ciertos tonos pueden despertar respeto, empatía y admiración con solo aparecer ante los ojos de los demás.
A continuación te mostramos los tres colores que suelen acompañar a las personas más admiradas y respetadas en distintos contextos:
Tres colores que hacen que los demás te perciban con admiración
El azul marino: confianza y autoridad
El azul oscuro encabeza la lista de los colores que más respeto generan en distintos contextos sociales y profesionales. De acuerdo con estudios publicados en el Color Research & Application Journal, este tono se asocia directamente con estabilidad, sabiduría y serenidad, cualidades que provocan una respuesta inmediata de confianza en quienes lo perciben.
A menudo vemos a los monarcas o mandatarios portar esta tonalidad en importantes eventos de Estado. Esto no es una casualidad, ya que el azul marino proyecta autoridad sin agresividad, a la vez que transmite una sensación de equilibrio y control emocional haciendo de él un color ideal para el mundo institucional.

Es por eso, que tanto en la vestimenta como en la identidad visual de empresas y organismos, el azul oscuro se ha consolidado como un tono que inspira respeto, profesionalismo y calma.
El blanco: honestidad y empatía
Entre los tonos que más confianza despiertan, el blanco destaca por su sencillez y su poder simbólico. Representa claridad, transparencia y pureza de intención, tres cualidades que, según la psicología del color, suelen acompañar a las personas empáticas y genuinas.

Lejos de ser un color “neutro”, el blanco tiene una presencia poderosa. Su luminosidad abre espacios, calma tensiones y transmite honestidad sin esfuerzo.
Quienes lo eligen, ya sea en su vestimenta o en su entorno cotidiano, proyectan una energía que combina serenidad y cooperación. Tal vez por eso, en un mundo saturado de estímulos, el blanco sigue siendo el tono que mejor comunica autenticidad y respeto silencioso.
El dorado: éxito y magnetismo
El dorado nunca pasa desapercibido. Es el color del éxito, la confianza y la luz interior, el color que con cada destello parece contar una historia de esfuerzo recompensado.
En el plano psicológico, se asocia con personas seguras de sí mismas, capaces de proyectar optimismo y liderazgo natural sin necesidad de imponerse.

No es casualidad que este tono acompañe las celebraciones, los premios y los símbolos de reconocimiento en industrias tan creativas y extravagantes como el cine o la moda. El dorado evoca valor, superación y prestigio, pero también calidez y generosidad.
El arte de influir a través del color
Incorporar estos tonos en la vida cotidiana no solo embellece el entorno sino que también refuerza la autoestima y potencia la percepción positiva que los demás tienen de nosotros. La clave está en encontrar el equilibrio entre confianza y empatía, usando el color como una extensión de la personalidad, no como una máscara.
La psicología del color recuerda que la verdadera admiración no depende del brillo ni de la extravagancia, sino de la autenticidad y la presencia emocional que proyectamos. En definitiva, los colores no solo nos visten, sino que también comunican quiénes somos cuando las palabras sobran.
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