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Psicología

Por qué algunas personas hablan de ti a tus espaldas: esta es la razón

La víctima de esos comentarios puede sentirse traicionada, confundida e incluso dudar de su propio valor

Por qué algunas personas hablan de ti a tus espaldas: esta es la razón

A todos nos ha pasado alguna vez: descubrir que alguien que sonríe frente a nosotros, detrás critica o difunde comentarios negativos. Esa doble cara genera desconcierto y hasta rabia, pero también despierta una pregunta inevitable: ¿por qué ocurre?

El creador de contenido y especialista en desarrollo personal, Jordi Segués, seguido por millones de personas en TikTok, ha dado su propia respuesta en un vídeo que se ha vuelto viral. Según explica, quienes hablan mal de ti a tus espaldas lo hacen porque temen que, si los demás te conocen de verdad, te prefieran a ti en lugar de a ellos. Por eso intentan controlar la imagen que otros tienen de ti. Frente a ti, en cambio, se muestran amables para no revelar sus intenciones. "No te preocupes, sé tú mismo y deja que tu reputación hable por sí sola. Con el tiempo, esas personas quedarán en evidencia, señala.

La psicología detrás del hablar a espaldas

Más allá de la interpretación de Segués, la psicología social y clínica ha estudiado durante décadas por qué hablamos de otros cuando no están presentes. Una de las causas más señaladas es la envidia. "Cuando alguien percibe que otro tiene cualidades, logros o vínculos que él desea, puede aparecer un resentimiento que se transforma en comentarios despectivos", explica la psicóloga clínica estadounidense Ramani Durvasula.

También entra en juego la inseguridad personal. Quien no confía en su propio valor puede intentar restar brillo a los demás para mantener un lugar en el grupo. "La difamación es muchas veces un intento de equilibrar la balanza interna: si yo te bajo, me siento un poco más arriba", apunta la psicóloga Silvia Congost.

La dualidad de ser amable frente a alguien y criticarlo a sus espaldas tiene explicación psicológica. Por un lado, está la hipocresía: la necesidad de mantener una fachada social correcta mientras se descarga el malestar en otros espacios. Por otro, está el miedo a la confrontación. Muchas personas no se atreven a expresar lo que sienten directamente, temen el conflicto o la reacción del otro, y optan por un canal indirecto: hablar de la persona, pero nunca con ella.

Esto genera un efecto corrosivo. La víctima de esos comentarios se siente traicionada, confundida e incluso duda de su propio valor.