
Sociedad
Qué es el sharenting y por qué puede poner en riesgo la identidad y el futuro de tu hijo
Este hábito conlleva riesgos reales para la privacidad, la seguridad y el desarrollo de la identidad del menor

En los últimos años ha cobrado fuerza el fenómeno conocido como sharenting —la combinación de las palabras inglesas share (compartir) y parenting (crianza)—, que consiste en que madres, padres o cuidadores publican fotos, vídeos o datos personales de sus hijos en redes sociales. Aunque a menudo la motivación es legítima —mostrar momentos tiernos, compartir logros o mantener el contacto con la familia—, este hábito conlleva riesgos reales para la privacidad, la seguridad y el desarrollo de la identidad del menor.
¿Qué revelan los estudios?
Una investigación realizada en 2021 por la plataforma Security.org concluyó que más del 75 % de los padres publican información sobre sus hijos en redes sociales. Otro estudio mostró que el 66,3 % de los adultos cree que compartir sobre los hijos puede afectar su privacidad. En Italia, un análisis reciente indicó que el 75 % de los padres encuestados publicaba contenidos sobre sus hijos, y que el 93 % no era consciente de los riesgos asociados.
¿Cuáles son los principales riesgos?
- Exposición de datos y privacidad: Fotos o vídeos de niños pueden revelar sin querer información sensible, como la ubicación de la escuela, nombres completos o lugares que frecuentan, dejando una huella digital difícil de borrar.
- Riesgo de robo de identidad o suplantación: El exceso de información pública puede facilitar que terceros accedan a datos suficientes para cometer fraude o suplantar identidades.
- Impacto en el desarrollo de la identidad: Cuando el perfil digital del niño es creado por sus padres, puede generar conflictos más adelante, especialmente en la adolescencia, cuando los menores desean tener control sobre su propia imagen.
- Permanencia del contenido: Una vez que una foto o vídeo se publica en internet, su difusión puede escapar completamente del control de la familia. Aunque se elimine, el contenido puede haber sido descargado o compartido previamente.
¿Qué pueden hacer las familias para minimizar los riesgos?
- Revisar la configuración de privacidad antes de compartir y limitar la audiencia solo a personas de confianza.
- Evitar publicar información personal como el nombre completo del menor, el uniforme escolar, la dirección o la ubicación exacta.
- Pedir consentimiento a los hijos cuando sean lo suficientemente mayores para opinar sobre su presencia en redes.
- Compartir imágenes en plataformas privadas o grupos cerrados en lugar de cuentas públicas.
- Recordar que todo contenido publicado deja una huella digital, incluso si luego se borra.
El sharenting puede nacer de un deseo genuino de compartir la vida familiar, pero también implica riesgos que muchos padres no consideran. Los estudios muestran que la mayoría de las familias no es plenamente consciente del alcance que tienen sus publicaciones. La clave está en encontrar un equilibrio: disfrutar de compartir momentos, pero hacerlo con precaución, respetando la privacidad, la seguridad y el derecho del niño a construir su propia identidad digital.
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