Neurociencia
Qué significa escuchar música mientras trabajas, según la neurociencia
Escuchar música mientras trabajas no es solo placer: estudios muestran que puede mejorar tu atención, tu estado de ánimo y hasta tu capacidad de memoria, dependiendo del tipo de música que elijas
La música tiene un efecto directo en cómo procesamos la información y en nuestro rendimiento mental. Cuando escuchamos canciones que nos gustan, el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer y la motivación. Por eso no es casualidad que una buena lista de reproducción pueda transformar por completo una jornada laboral.
Investigadores de la Universidad de Stanford han demostrado que la música también ayuda a la mente a estructurar mejor la información, activando regiones del cerebro vinculadas con la atención y la memoria. Esta capacidad de “organizar” mentalmente lo que escuchamos facilita que nuestro cerebro mantenga el enfoque durante más tiempo.
Beneficios de escuchar música mientras trabajas
Los efectos positivos de la música en el trabajo son múltiples:
- Mayor concentración: Melodías instrumentales o con un ritmo constante pueden ayudar a mantener la mente enfocada, sobre todo en tareas repetitivas o creativas.
- Regulación emocional: Escuchar música relajante disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y ayuda a crear un ambiente mental más calmado.
- Mejor memoria y aprendizaje: Estudios han encontrado que la música puede potenciar la memoria a corto plazo y favorecer la retención de información, especialmente si está asociada a emociones positivas.
La neurocientífica Julene Johnson, de la Universidad de California, lo resume así: "La música pone al cerebro a trabajar de maneras que combinan emoción, memoria y atención; es una herramienta poderosa para la mente".
Cuándo la música puede distraer
No todo es positivo. Los expertos advierten que la música con letras muy complejas o cambios bruscos de ritmo puede interferir en tareas que requieren lectura profunda, redacción o análisis de datos. También recomiendan moderar el volumen: si la música está demasiado alta, puede generar cansancio mental en lugar de ayudar a concentrarse.
Consejos para aprovecharla mejor
- Opta por música instrumental o ambiental para tareas que requieran concentración profunda.
- Crea listas personalizadas con canciones que ya conozcas, para que el cerebro no esté pendiente de "lo nuevo".
- Ajusta el volumen, debe acompañar, no dominar.
- Alterna momentos con música y sin música para evitar la saturación.