Truco

El remedio casero más sencillo y efectivo para eliminar el óxido de nuestras herramientas

La mejor forma de mantener nuestras herramientas libres de óxido es tomando precauciones con antelación

Lo mejor para alejar el óxido de nuestras herramientas es tomar precauciones a tiempo
Lo mejor para alejar el óxido de nuestras herramientas es tomar precauciones a tiempoPixabay

La primera norma para evitar que nuestros objetos metálicos se oxiden es almacenarlos en un lugar seco. Si los exponemos a la lluvia, la humedad o los elementos, la corrosión no tardará mucho en aparecer. Afortunadamente, existen algunas precauciones que podemos tomar para evitar la aparición del óxido.

La primera de ellas es pintar el objeto en cuestión con una pintura específicamente formulada para evitar la aparición del óxido. Aunque si vamos a almacenarlo durante mucho tiempo, también es recomendable aplicar una fina película de aceite sobre el metal, siendo especialmente incisivo si hay algunas partes móviles. Esto, además de garantizar el correcto funcionamiento del mecanismo, también impedirá el contacto del metal con el aire, lo que evitará a su vez la corrosión.

Para proteger nuestras herramientas y objetos metálicos del óxido y la corrosión, lo mejor es alejarlos de la humedad
Para proteger nuestras herramientas y objetos metálicos del óxido y la corrosión, lo mejor es alejarlos de la humedadpxhere

Ahora bien, si no hemos tomado las precauciones adecuadas a tiempo… y hemos guardado estas herramientas o estos objetos metálicos, expuestos a la humedad ambiental durante mucho tiempo, lo más normal es que ahora tengamos entre manos una herramienta llena de óxido y corrosión, al que le costará mucho moverse y hacer su trabajo, que será mucho más débil y que, además, nos teñirá las manos de color naranja. Cuando nos enfrentamos a este problema, tenemos varias alternativas para solucionarlo:

Una de ellas es sumergir el objeto en cuestión en una mezcla más o menos diluida de vinagre y agua durante 8 horas, y una vez pasado el tiempo frotarlo con un cepillo de cerdas duras. Aunque según de qué herramienta se trate y en función de los elementos eléctricos incluya, esto puede ser muy poco recomendable. Además, hay una solución que suele ser mucho más rápida y efectiva… y para la que sólo necesitaremos echar mano de un producto que todos tenemos en la cocina: el bicarbonato de sodio.

El método casero más efectivo

El primer paso para poner en marcha este remedio casero es limpiar lo máximo posible nuestra superficie de metal. Lo normal es que esté seco (por eso apareció el óxido), pero si tiene algo de grasa, recuerda que un chorrito de limón puede resultar muy efectivo. Para librarse de la suciedad más superficial puedes utilizar agua y jabón, aunque si lo necesitas puedes utilizar también un cepillo metálico, lana de acero, una esponja abrasiva o una lima para pulir.

Tarro con bicarbonato de sodio en una cocina
Tarro con bicarbonato de sodio en una cocinaLa Razón

Una vez que la superficie metálica está limpia y seca, mezclaremos un puñado de bicarbonato de sodio con un poco de agua, de forma que obtengamos una masa espesa, de la consistencia de una pasta de dientes. Después aplicaremos esta mezcla sobre las zonas que presenten óxido y lo dejaremos actuar durante 1 hora, más o menos. Después, volveremos a frotar con el cepillo de cerdas metálicas, con el estropajo o con las lanas de acero.

Si hemos esperado el tiempo suficiente, el bicarbonato de sodio debería haber desprendido la mayor parte del óxido de la superficie metálica, con lo que -en este punto- nuestra herramienta debería de estar prácticamente limpia y libre de óxido. Aunque si es necesario, podemos repetir este proceso de nuevo.