Cantabria

Revolución urgente para no ser los últimos de la clase

Revolución urgente para no ser los últimos de la clase
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El nivel de conocimientos de una persona tiene mucho que ver con su destino, como afirmó ayer el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ángel Gurría. Y por tanto también con el sino del país. De ahí que el suspenso en comprensión lectora y en matemáticas del informe del Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos (Piaac) –conocido como el informe Pisa de adultos– exija cambios. Máxime cuando la población a estudio no es sólo una, sino varias generaciones, al evaluar 157.000 personas de 23 países de entre 16 a 65 años. Y de media, España, junto con Italia, está a la cola de los países de la OCDE. Prueba de ello es que a muchos les costó entender preguntas tan sencillas de la prueba como si un reactor produce 3.572 GWh y un aerogenerador genera 6.000 MWh, cuántos aerogeneradores serían necesarios para producir la energía que genera el reactor. A pesar de que en la propia prueba ponían los datos necesarios para pasar GWh y MWh a la misma unidad. ¿Qué falla y cómo mejorar?

Para Marta Encinas, analista de la OCDE, el problema en España es «la falta de una educación continuada en el tiempo. El aprendizaje no acaba en la escuela, en la universidad..., sino que hay que continuar adquiriendo competencias porque de otro modo el conocimiento se oxida. No se trata de tener más títulos, sino de seguir formándose en el trabajo, algo muy arraigado en Noruega. No sólo es positivo para los empleados, sino también para los empresarios». Y en este aprendizaje continuo son los ciudadanos con niveles educativos más bajos los que se forman menos. «A mayor nivel de formación, mayor nivel de competencias, pero los españoles con niveles educativos más bajos se forman cuatro veces menos, por lo que habría que aumentar el aprendizaje continuo especialmente de ellos». Aunque también del resto. «Uno puede tener muchos títulos, pero si no sigue formándose, se estanca y aumenta en cuatro veces la posibilidad de estar parado, como hemos visto en España», precisa Encinas. «Sería importante que los universitarios españoles leyesen y escribiesen más. Los holandeses de educación superior tienen unos resultados superiores o similares a los universitarios españoles de media», añade.

Para esta analista, el informe no es tan negativo, ya que en el mismo no han participado países como Grecia o Portugal, y en algunos tramos la curva mejora, pero lo cierto es que el batacazo es serio. Y exige cambios. «La educación no mejora en España. Cosechamos una generación tras otra casi de analfabetos escolarizados, que fuera de las aulas rendirá menos», esgrime José Luis García Garrido, catedrático emérito de Educación Comparativa e Internacional. Para él, «urge un pacto nacional en materia educativa».

«España –prosigue– tiene el porcentaje más bajo de la UE en cuanto a la excelencia (a partir de notable alto): sólo un 4%, cuando en Finlandia es de un 15% y la media de los países de la OCDE está en un 10%, más del doble que en España».

«Sin una revolución educativa, España no va a salir de donde está», apunta el escritor y director de la Escuela Contemporánea de Humanidades Alejandro Gándara , que insiste en la necesidad de fomentar el pensamiento, la creación o el debate, imprescindibles para sustentar los conocimientos , informa Efe.

En este sentido, Sandra Moneo, portavoz de Educación del PP en el Congreso, explica que el informe denota que «falla el modelo educativo que se impuso con la Logse en los 90, donde conocimiento y competencias fueron desterrados, se fomentó la ausencia de responsabilidad y se despojó de autoridad a los profesores. Todo ello trae sus consecuencias». Moneo hace hincapié en que «el informe refleja cómo la curva (de conocimiento) mejora en la generación de los 70 frente a la de los 60, también la de los 80 frente a los 70, pero después se estanca y baja. Esto exige hacer cambios, de lo contrario estaríamos condenando al fracaso a las generaciones futuras. Y no es difícil mejorar si se toman las medidas necesarias, basta con no estancarse en un modelo que ha continuado por ideología y que ha fracasado, tal y como ha quedado patente». El cambio, según el PP, está en la Lomce, «cuya aplicación está prevista para el curso 2014-2015».

Aunque no todos opinan exactamente igual. «La Logse es una ley claramente deficiente y llevamos 23 años con ella. Hay que cambiarla, pero no con reformas livianas como la de Wert», afirma Garrido. «Sobre todo hay que cambiar la Secundaria. A partir de los 14 años hay que diferenciar a los estudiantes. No consiste en procurar atención a los que más lo necesitan, porque si no las aulas se llenan de mediocres y los profesores no dan a basto. La reforma educativa en Secundaria es vital, de ahí que ya lo hayan hecho el resto de países».

En cuanto a las materias a impartir, «habría que dar 3 o 4 cosas, no 14 asignaturas en Primaria y a los que valen un bachillerato sólido», añade Garrido. Opinión que comparte Encinas: «Dar muchos conceptos puede ocasionar que no se entiendan. Los países con más éxito son los que más enfocan en algo». Para ella, España no tendría que mirar tanto lo que pasa fuera, sino en el propio territorio. «Porque hay regiones que, con los resultados de Pisa, tienen bastante éxito, como Cantabria y Castilla y León, y otras, como Andalucía, más dificultades. Se podría analizar qué es lo que funciona e implementarlo».

El PSOE no asume el fracaso de la Logse

La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, aseguró ayer que el informe de la OCDE sobre educación, pese a situar a España a la cola de Europa en comprensión lectora y en matemáticas, demuestra que se ha dado «un salto de gigante» desde los niveles de analfabetismo de la dictadura y ha criticado al Gobierno por utilizar de forma «partidista» estos resultados como justificación para emprender su reforma educativa. Eso sí, no se pronunció sobre cómo a partir de los 90 se produce un estancamiento en la mejora de los resultados que coincide con la entrada en vigor de la Logse. «Estos resultados se pone de manifiesto que España junto a Corea han sido los países que más han avanzado en su nivel educativo», se justificó Rodríguez.