Más embarazos de adolescentes entre las minorías

Uno de cada cinco partos que se dan en adolescentes no es el primero que afronta una joven, según un informe que señala que la tasa de reincidencia en adolescentes que se quedan embarazadas es más alta entre las hispanas, negras e indígenas americanas.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican en este informe que el 20 % de las jóvenes de entre 15 y 19 años de edad que tienen hijos han tenido más de un embarazo.

Según los datos de estos centros, cada día hay en Estados Unidos 183 nacimientos que son resultado de embarazos repetidos de adolescentes.

Más del 86 % de los partos en adolescentes son el resultado de un segundo embarazo; el 13 % de un tercero y el 2 % de un cuarto y hasta un sexto embarazo, señala el estudio, según el cual las adolescentes indígenas americanas, las nativas de Alaska, las hispanas y las negras son alrededor de 1,5 veces más propensas a tener más de un parto durante la adolescencia que las jóvenes blancas.

Los estados donde la proporción de embarazos repetidos de adolescentes supera el 20 % son Georgia, Misisipi, Luisiana, Arkansas, Oklahoma, Texas, Arizona y Nevada.

En las últimas dos décadas las tasas de nacimientos de niños entre adolescentes han estado descendiendo pero, aún así, en 2010 más de 365.000 mujeres de 15 a 19 años de edad alumbraron hijos.

Según el estudio, el 91 % de las adolescentes sexualmente activas usan alguna forma de control de la natalidad, pero sólo el 22 % utilizan los tipos de control más eficaces.

Los CDC citan como métodos de control de la natalidad más eficaces los implantes hormonales y los dispositivos intrauterinos, que no requieren un uso regular, como ocurre con la píldora que se toma diariamente.

El estudio indica también que las madres adolescentes blancas e hispanas son dos veces más propensas que las adolescentes negras a usar las formas más eficaces de control de la natalidad.

Los CDC recomiendan que el Gobierno Federal otorgue fondos a los estados y a las tribus para facilitar una red completa de servicios de apoyo a las adolescentes embarazadas y a las que tienen ya hijos.

Unos servicios que considera deben incluir visitas a domicilio y otros programas que ya han demostrado que dan resultados para evitar que las adolescentes repitan un embarazo y que reducen el comportamiento sexual de riesgo.