Tailandia

«Tememos que la pista de los pescadores sea falsa»

El desánimo se apodera de las familias de los dos náufragos en Indonesia. Creen que pueden estar en otra isla

«Tememos que la pista de los pescadores sea falsa»
«Tememos que la pista de los pescadores sea falsa»larazon

Ocho días sin rastro. Casi 200 horas sin saber nada de ellos. Las familias de Jorge de Miguel y de Víctor García, desaparecidos en Indonesia tras el naufragio de la embarcación en la que viajaban, permanecen a la espera de noticias. Pero la realidad es que los días pasan y siguen sin encontrarlos. Su única esperanza está en las buenas condiciones físicas de ambos y su sobrada experiencia en supervivencia. Además, en la isla hay animales y mucha vegetación, por lo que piensan que pueden estar alimentándose. No obstante, el desánimo ya ha empezado a apoderarse de ellos. «Ya no sabemos si los pescadores mintieron cuando dijeron ver a dos turistas en la isla de Sangeang, o si se confundieron de isla », declararon a LA RAZÓN fuentes del entorno familiar. Y es que las dudas sobre su paradero no cesan. De hecho, las familias están empezando a barajar la posibilidad de que se encuentren en otra isla. Hasta Indonesia se desplazó el pasado martes uno de los hermanos de Jorge, que reside en Tailandia y es guía de buceo. Él está coordinando el operativo desde tierras indonesas junto a un amigo de Víctor.

El helicóptero aterriza en la isla

Tras tres días intentando acceder a la isla deshabitada de Sangeang, coronada por un volcán de cerca de 2.000 metros de altura, ayer, por fin, el helicóptero contratado por las propias familias tomó tierra. Pero «no pudo estar mucho tiempo, porque llegó tarde. Por eso, mañana volveremos», afirmó Fernando de Miguel, hermano de Jorge. El fuerte oleaje durante esta época del año, así como las corrientes y la multitud de arrecifes de corales que cubren estas aguas han limitado la acción por vía marítima. Asimismo, la Policía no ha querido poner en riesgo sus vidas ni la embarcación en la que llevan a cabo el operativo. Durante los tres primeros días de búsqueda se ha intentado aprovechar todo el día. Así, el dispositivo se pone en marcha a las 07:00 (hora indonesia) –02:00 hora española– y continúa hasta que cae la noche. Una búsqueda «muy costosa» económicamente, aunque las familias han preferido no desvelar la cantidad.

La familia ha solicitado al Gobierno de Indonesia que les sigan ayudando, ya que sin el soporte de la Policía se les dificulta el trabajo. Ayer, se cumplió una semana de la desaparición de Víctor y Jorge, por lo que el protocolo local indica que se debe dejar de buscar. Así lo ratificaron las autoridades locales. «Hemos terminado y no continuaremos. Habíamos extendido la zona de búsqueda hasta Bali pero no hemos podido encontrarlos», dijo Sutopo Purwo, portavoz de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres de Indonesia. Una noticia que cayó como un jarro de agua fría en el seno de sendas familias. Sin embargo, Fernando de Miguel ha confirmado que «las autoridades indonesas tienen intención de seguir colaborando, aunque estamos a la espera de una confirmación oficial». Eso sí, no les han precisado durante cuánto tiempo. Del mismo modo, las familias, que están desesperadas, han ofrecido 1.000 euros a quien aporte datos o ayude en la búsqueda. No obstante, esta ayuda puede llevar a falsas conjeturas. De hecho, Purwo calificó de «rumores» las informaciones que apuntaban a que unos pescadores habían visto el pasado lunes a dos turistas en la isla. En el mismo sentido, Sutopo declaró que hasta ayer «seis barcos y 75 personas han participado en la infructífera búsqueda». Además, «si los pescadores de la zona vieran algo, se pondrían en contacto con nosotros», añadió.

Una de las buenas señales a las que se aferran las familias es que no se han encontrado los chalecos salvavidas que llevaban los náufragos. Pese a las malas condiciones de la embarcación en la que se desplazaban desde Lombok a Komodo, que carecía de radio y GPS, los 20 pasajeros y cinco tripulantes del barco contaban con chaleco. Por otro lado, las familias mantuvieron ayer una reunión con el cónsul de España en el país y tienen claro que «no vamos a volver con las manos vacías», dijo Fernando.

Jorge y Víctor, procuradores con despacho en Madrid, viajaron hasta Indonesia durante 20 días para vivir una aventura cuyo fin todavía no está escrito. Fernando de Miguel adelantó a este diario que «no teníamos constancia de que habían cogido ese barco». Él llevaba dos días sin saber nada de su hermano, y tras ver en televisión la noticia confirmó que uno de los pasajeros del barco era su hermano. Esta misma madrugada ha comenzado otro nuevo día de búsqueda con «una inspección más exhaustiva y extensa sobre la zona», en la que cada año fallecen cientos de personas a causa de los temporales, así como las precarias infraestructuras de las embarcaciones y el incumplimiento de las medidas de seguridad por parte de un país con poca cultura marítima.

Jorge de Miguel, 18 años como procurador y aficionado al submarinismo

El jueves 14 de agosto, veinte turistas decidieron embarcarse en un crucero de cuatro días para visitar la isla de Komodo. Dos de estos viajeros eran dos amigos que habían llegado a Indonesia unos días antes. El mayor de los dos, Jorge de Miguel, de 48 años y originario de Madrid, se había tomado unos días de vacaciones en el despacho de abogados madrileño donde trabaja para recorrer parte del país. Aficionado al submarinismo, según afirma la familia, y «en muy buena condición física», tiene cuatro hermanos. Uno de ellos, que vive en Tailandia, enseguida se desplazó a la zona para ayudar en la búsqueda.

Víctor García, gran deportista y con conocimientos de supervivencia

Víctor García es el otro español desaparecido tras el naufragio de un barco en Indonesia. Este sevillano de 43 años lleva varios años viviendo en Madrid y, al igual que su amigo, también ejerce de procurador en la capital. Aunque ya han transcurrido ocho días desde que el barco en el que viajaban se hundió, sus familiares saben que Víctor es un luchador y por eso creen que, aunque les hubiera arrastrado la corriente, ha podido sobrevivir. Como reflejan las diferentes fotos de su perfil de Facebook, a Víctor le gustan los deportes y practica snowboard y boxeo. Además, ha hecho algún curso de supervivencia.