Informe

Terribles cifras: las agresiones sexuales a menores se disparan un 55% en España

El 78,7% de las víctimas son niñas y su edad media es de 12,5 años. El 2,5% tiene algún tipo de discapacidad

Agresiones sexuales a menores
Agresiones sexuales a menoresEuropa Press

Las agresiones sexuales a menores de edad detectadas aumentaron un 55,1% en España en el periodo de tiempo comprendido entre 2019 y 2023. En estos casos, el 78,7% de las víctimas son niñas y su edad media es de 12,5 años; y en el 28,3% de las situaciones no denuncian ni están dispuestas a hacerlo. Así consta en el estudio ‘Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)’ que la Fundación ANAR ha presentado este martes. "Las agresiones sexuales, sobre todo en menores de edad, son un fenómeno escondido y oculto por nuestra sociedad, en el que prevalece por parte de las víctimas muchas veces el miedo y la vergüenza", ha afirmado en rueda de prensa el director técnico de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros.

El informe pone de manifiesto que la fundación ha ayudado a 4.522 menores de edad víctimas de violencia sexual (3.560 niñas y mujeres adolescentes, 959 varones y tres menores no binarios) desde enero de 2019 a junio de 2023. En este sentido, la directora del teléfono y el chat ANAR, Diana Díaz, ha alertado de que la tasa de crecimiento desde el anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019, ha sido del 353%. "La tecnología está implicada directamente en este incremento, además de otras muchas causas que evidentemente están ahí", ha asegurado Díaz, que ha agregado que la tecnología aparece en un 43,9% de los casos.

En cuanto a los tipos de agresión sexual, ha precisado que la presencial -que ha dicho que hace referencia a cuando la libertad sexual de la niña o de una adolescente ha sido "claramente atacada, claramente vulnerada"- ha supuesto el 91,5% de los casos. A continuación aparece el 'grooming' -cuando un adulto se infiltra en las redes con el objetivo de conseguir una gratificación sexual- que ha supuesto el 3,1%; seguido del sexting no consentido, con el 2,2% de los casos; la pornografía, con el 1,3%; y, por último, la explotación sexual o prostitución, con un 1,9%.

El perfil de la víctima

Respecto al perfil de las víctimas, es "marcadamente femenino", siendo un 78,7% el porcentaje de niñas y mujeres que sufren este tipo de violencia. Tienen 12,5 años de media (cabe destacar que la edad media aumenta respecto al anterior estudio, cuando se situó en 11,6 años); el 60,8% tiene edades comprendidas entre 13 y 17 años; los varones menores de nueve años lo sufren más que las mujeres; y el 2,5% tiene algún tipo de discapacidad.

Igualmente, Díaz ha destacado que, en el 40,7% de los casos, las víctimas viven con ambos progenitores; el 36,1% reside en hogares monoparentales, especialmente con la madre (31,3%); y el 50,5% tiene un hermano. Mientras, el 58,7% proceden de familias españolas y el 41,3% de familias migrantes. En cuanto a su nivel de estudios, el 43,4% cursa Educación Secundaria Obligatoria y un 22,4% Educación Primaria; el 67,6% tiene un nivel de satisfacción escolar medio o bajo; y el 71,3% tiene un rendimiento escolar medio o bajo.

El perfil del agresor

El 94,3% de los agresores son hombres. De ellos, el 78,6% son mayores de edad y el 21,4% menores que, en algunos casos, han sufrido maltrato o agresión sexual. Ocho de cada diez (79,5%) son personas conocidas por la víctima, de los que el 50,3% son de su propia familia; y el 10,1% son reincidentes.

En el 72,3% de los casos las agresiones se producen en el entorno familiar y escolar de la víctima, siendo la cada de ésta el escenario donde más se producen (44%), seguido de las casas de su entorno (19,1%) y el entorno escolar (9,2%). Igualmente, el estudio revela que las agresiones sexuales grupales siguen en aumento y pasan de constituir el 2,1% en 2008 a representar el 10,9% de las agresiones en 2023.

Denunciantes

Respecto a la denuncia, tres de cada diez víctimas de agresiones sexuales no denuncian ni tienen intención de hacerlo (28,3%), mientras que en un 41,1% de las consultas recibidas por ANAR sí que existe la intención de denunciar. En todo caso, el estudio refleja que la persona que suele tener la voluntad o la iniciativa de denunciar es principalmente la madre (48,9%). También revela que un 30,5% de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual está en proceso de denunciar o su caso ha sido judicializado.

Las principales consecuencias de las víctimas de violencia sexual son los cambios bruscos de conducta (23,5%) y los problemas psicológicos (20,8%), como la ansiedad, el miedo, la culpa, la depresión, problemas de sueño o los trastornos de alimentación. Les siguen la conducta autolítica o ideación suicida (9,1%), dolor y molestias (6,7%), síntomas psicosomáticos (6,7%), conductas sexualizadas (5,8%), lesiones físicas (5,2%), rechazo social (3,1%) y repercusión en la vida sexual (2,5%).