Sucesos

Testigos dicen que los acusados de matar a un joven en Cantabria lo patearon y cayó a la vía

Los dos procesados se enfrentan a una pena de 13 años de cárcel por un delito de homicidio doloso, agravado por abuso de superioridad

Uno de los acusados durante un juicio por la muerte de un joven en 2024 tras una pelea, en la Audiencia Provincial de Santander, a 1 de abril de 2025, en Santander, Cantabria (España). El juicio se inició el pasado viernes con jurado popular contra dos jóvenes acusados de un presunto delito de homicidio por la muerte de un joven de 21 años, vecino de Polanco, ocurrido el 3 de febrero de 2024 en la estación de tren de Boo de Piélagos. Las acusaciones, tanto la Fiscalía como la acusación partic...
Juicio con jurado en Santander a los dos jóvenes acusados de la muerte de otro tras una pelea en 2024Nacho CuberoEuropa Press

Dos testigos que se encontraban en el apeadero de Boo de Piélagos la mañana en la que falleció un joven de 21 años tras una pelea han afirmado este martes que le vieron caer a las vías por las patadas que le propinaron los dos acusados cuando estaba tirado en el suelo.

Según estas testigos, dos chicas que viajaban el 3 de febrero de 2024 en el mismo tren que la víctima y que los dos acusados, de 19 y 20 años, fue "una pelea de dos contra uno" que empezó pocos segundos después de que los tres jóvenes bajaran del tren, en la misma estación que ellas.

Así lo han declarado en el juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Cantabria contra los dos procesados, que se enfrentan a una pena de 13 años de cárcel por un delito de homicidio doloso, agravado por abuso de superioridad.

Una de las testigos, que conocía a uno de los acusados, ha contado que vio como entre los dos cogían al joven para bajarlo del tren y le daban puñetazos mientras él levantaba los brazos para protegerse.

Entonces, ha explicado, la víctima cayó al suelo, cerca de una barandilla y los dos agresores empezaron a darle patadas hasta que cayó a las vías "con la cabeza por delante".

A continuación, los agresores se fueron cada uno por un lado del apeadero y ella se acercó con su amiga al chico. "Vimos cómo respiró dos o tres veces y después dejó de respirar", ha relatado.

Eran alrededor de las siete de la mañana y en la estación no había nadie más. Esta testigo llamó a su madre, que avisó al 112. Un pique en el tren

En el juicio ha declarado también un amigo de los acusados, que volvía con ellos a casa en el tren después de haber estado de fiesta en Santander y que presenció "el pique" que hubo entre ellos y la víctima.

Ha explicado que empezó porque uno de los acusados estaba sangrando por una oreja, la víctima le dijo que se tenía que desinfectar y el otro le replicó que "si había estudiado enfermería".

Según este testigo, la víctima se bajó del tren en Boo de Piélagos, aunque su parada era más adelante, en Requejada, y sus amigos también se apearon, pero no a la vez sino un paso por detrás de él.

Les vio discutir en el andén, que hubo "un zarandeo entre ellos", que uno de ellos le daba una patada en las costillas y que el agredido "se golpeó la cabeza en una barandilla".

Ha señalado que la agresión duró el tiempo que estuvo el tren parado y que después, cuando ya estaba en marcha, vio desde la ventanilla a alguien caer a las vías, pero no supo quién era.

También ha reconocido que borró unos mensajes de WhatsApp que esa misma mañana mandó a uno de los acusados, en los que hablaba de ese incidente.

La Guardia Civil identificó y localizó a los dos presuntos autores de la agresión gracias a la información que le proporcionaron las dos chicas que vieron lo sucedido.

La agente que acudió esa misma mañana a sus domicilios ha dicho que le dio "la sensación de que los dos estaban sorprendidos de lo ocurrido". Los dos estaban acostados en sus cuartos cuando llegó. A uno de ellos le levantaron sus padres y el otro estaba solo en casa.

Según el maquinista del tren, que vio a los tres jóvenes saliendo del mismo vagón "empujándose", en la estación había "mucha niebla", aunque tanto los guardias civiles que acudieron al apeadero pocos minutos después de los hechos como las chicas que los presenciaron han señalado que no había niebla y que la visibilidad era buena porque estaban las farolas del apeadero encendidas, informa Efe.