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Casi 2.000 bomberos combaten el incendio de Portugal que ha dejado 64 muertos

Las llamas arrasaron todo en minutos. La mayoría de las víctimas mortales intentaron huir a pie o por carretera, pero la voracidad de las llamas las atrapó. Treinta de ellas fallecieron en sus coches. Además hay 135 heridos: 121 civiles, 13 bomberos y un militar

Varias víctimas junto a los coches calcinados por el fuego
Varias víctimas junto a los coches calcinados por el fuegolarazon

Casi 2.000 bomberos continúan hoy luchando contra las llamas en el centro Portugal, en un incendio que ha causado ya 62 muertos y otros tantos heridos, según las últimas cifras de Protección Civil.

Casi 2.000 bomberos continúan hoy luchando contra las llamas en el centro Portugal, en un incendio que ha causado ya 64 muertos y otros tantos heridos, según las últimas cifras de Protección Civil.

Al menos 64 personas han muerto en el macroincendio que arrasó este fin de semana el municipio de Pedrógão Grande (distrito de Leiría), en el centro de Portugal. Medio centenar de las víctimas mortales fueron alcanzadas por las llamas en la carretera nacional 236, uniendo los pueblos de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pêra. Al menos 30 de ellos perecieron calcinados en los coches en los que viajaban. Además, unas veinte personas fallecieron al intentar huir a pie del incendio. Hallaron sus cadáveres en el arcén de la carretera y en el bosque que rodea la zona. Hay varios niños entre las víctimas mortales. Además hay 135 heridos: 121 civiles, 13 bomberos y un militar

El origen del incendio habría sido una tormenta eléctrica: un rayo cayó sobre un árbol seco en el corazón de esta zona boscosa, y la combinación de las altas temperaturas registradas ayer, alcanzaron los 40 grados, y el fuerte viento desencadenó un «huracán de fuego» que arrasó con todo. La mayoría de las víctimas mortales intentaron huir de él en sus coches, pero sólo consiguieron adentrarse en una trampa mortal, las llamas les rodearon. El fuego avanzó con tanta rapidez que alcanzó a los vecinos de la zona mucho antes de que llegaran los bomberos.

Protección Civil revela a LA RAZÓN que hay al menos 62 personas heridas, 18 de las cuales han sido evacuadas a diferentes hospitales de Lisboa, Oporto y Coimbra debido a la gravedad de sus heridas. Un equipo especial de forenses del Instituto de Medicina Legal de Lisboa se ha desplazado a la zona para participar en las labores de identificación de los cadáveres, muchos de los cuales han quedado irreconocibles. También se han ofrecido voluntarios médicos de la Orden de Dentistas lusos, que viajarán a la zona para facilitar la identificación de los restos mortales más deteriorados a través de sus historiales dentales.

«Es, sin duda, la peor tragedia en la historia reciente de Portugal», afirmó ayer el primer ministro luso, António Costa, desde el Ayuntamiento de Pedrógão Grande, donde se desplazó para supervisar las labores de rescate en las que actualmente participan más de 700 bomberos y dos aviones apagafuegos españoles del Grupo 43 del Ejército del Aire. Ante la devastación generalizada, la Unión Europea ya ha activado su Mecanismo Especial de Protección Civil, y en las próximas horas se espera que llegue ayuda adicional.

Aunque Portugal es un país que sufre incendios devastadores casi cada verano, nunca antes había registrado la pérdida de tantas vidas en un único episodio. A nivel nacional, el único caso parecido tuvo lugar en 1966, cuando 25 militares murieron mientras participaban en las labores de extinción de un incendio en la Sierra de Sintra. A escala europea, hay que remontarse hasta 1949 para citar un caso peor, concretamente el incendio forestal del Bosque de Landes, en el que murieron 82 personas.

Ante la escala del desastre, el primer ministro portugués ha declarado tres días de luto nacional, y se ha comprometido a hacer todo lo posible para acabar con el incendio –que sigue con cuatro frentes activos– e identificar a todas las víctimas cuanto antes.

Varias aldeas particularmente aisladas están incomunicadas desde la tarde del sábado, cuando ya se encontraban cercadas por las llamas. Las autoridades lusas temen que, a medida que avancen las labores de extinción, se encuentren más cadáveres en las casas que ardieron con el paso de la tormenta de fuego. Durante la madrugada del domingo el alcalde de Pedrógão Grande, Valdemar Alves, auguraba que el número de víctimas mortales se dispararía. «Son demasiadas personas que han quedado completamente aisladas, sin posibilidad de rescate. Temo lo que nos vayamos a encontrar en las próximas horas».

El episodio supone un duro revés para el Ejecutivo de Costa, que se había fijado como objetivo acabar el año sin víctimas mortales de incendios en Portugal. La intensidad de las conflagraciones que arrasaron el país vecino el año pasado hizo que el Gobierno se comprometiera a reforzar los medios para luchar contra los incendios.