Tensión
Los vecinos asaltan la vivienda de unos okupas acusados de delinquir y lanzan sus objetos por el balcón
Todo estalló tras el robo a una mujer jubilada en su casa: "No somos racistas. Aquí todo el que venga a convivir, no a delinquir"
La entrada de okupas en las viviendas complica la vida de muchos propietarios, algunos sin demasiados recursos como Joaquim. Este padre se mudó junto a su mujer y sus hijos a una masía para poder afrontar el pago de la hipoteca de su casa, que la alquiló. Sin embargo, sus inquilinos se convirtieron en morosos y tras finalizar el contrato se quedaron en el inmueble, que lo quisieron realquilar en un conocido portal y le acabó costando una multa de 5.000 euros al verdadero dueño, que no puede recuperar su casa.
Sin duda son los más afectados, pero no los únicos. Muchos vecinos también ven trastocado su día a día y sufren las consecuencias de tener okupas cerca de su casa. Un nuevo caso ha sacudido a los vecinos de Can Clos, cuyos edificios están situados en la montaña de Montjuïc con una arquitectura particular que durante años los ha mantenido muy aislados del resto del distrito de Sants-Montjuïc de Barcelona. Todo comenzó con un robo.
Un robo que desencadenó el desalojo
Uno de los okupas entró en la casa de una mujer jubilada, ya que es habitual que en ese barrio se deje la puerta abierta para ventilar, y la robó mientras fregaba. Narraba cómo fue el incidente: "Salí tras él yo, mi nieta y medio barrio". Este hecho se sumó a la ola de robos, algunos con violencia, perpetrados por los okupas en la zona. Los vecinos, agotados por la situación, dijeron basta y no esperaron al desalojo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los vecinos asaltaron a los okupas
Cansados de los actos delictivos y ante la inacción, los vecinos no aguantaron más y decidieron tomarse la justicia por su cuenta entrando por la fuerza al inmueble de los okupas. Los vecinos tiraron literalmente la puerta abajo y provocaron que los okupas se marcharan rápidamente ante el miedo. Sin embargo, eso no fue lo más llamativo. Tiraron todas sus pertenencias por el balcón de la terraza, dejando imágenes muy impactantes.
En varios vídeos que circulan por las redes sociales se puede comprobar cómo fueron arrojando todo tipo de objetos al suelo, siendo más llamativo por la altura del piso. Cayeron desde las alturas todo tipo de objetos como ropa, colchones, muebles y sillas. No dejaron nada dentro. Otros vecinos presentes en el lugar vitoreaban el lanzamiento, celebrando la expulsión de los okupas, que según ellos, estaban matando la convivencia.
Los vecinos se defienden
"Este es un barrio de gente humilde y trabajadora en el que nos conocemos todos por el nombre y los dos apellidos", afirmaban los vecinos en declaraciones recogidas por 'El Confidencial', dando a entender que sabían perfectamente que eran los culpables de los robos en la zona. También se defendieron de las acusaciones de racismo: "No somos racistas. Aquí conviven de toda la vida gitanos, payos, árabes, latinoamericanos y todo el que venga a convivir, no a delinquir".
La actuación de los Mossos
Los trámites para buscar el desalojo rápido se habían iniciado, pero los vecinos no dieron tiempo a ello. Los Mossos d'Esquadra acudieron al lugar tras lo ocurrido acompañados por miembros del Patronato Municipal de la Vivienda que cerraron definitivamente el acceso colocando una puerta antiokupas. También tuvieron que escoltar a los cinco okupas fuera del lugar para evitar una agresión.