El Ibex frena su desplome en otra sesión de locura
No es momento para aficionados o inversores sin temple. La bolsa es en este momento territorio comanche. Los rumores pesan más que los análisis, los impulsos se anteponen a las decisiones cabales y la volatilidad se enseñorea como el chulo del barrio, deparando jornadas de infarto como la de ayer, en la que tras una apertura catastrófica, los principales selectivos finalizaron con fuertes ganancias arrastradas por Wall Street, que prefirió aplaudir el buen dato sobre el desempleo en EE UU e ignorar el del déficit comercial