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IA

Adiós al sueldo digno: la inteligencia artificial ya tiene un plan para que trabajes más por mucho menos dinero

Las promesas de prosperidad de la inteligencia artificial chocan con despidos masivos, salarios recortados y empleos cada vez más precarios

La inteligencia artificial impulsa beneficios millonarios, mientras los trabajadores enfrentan despidos y salarios recortados La Razón

En este momento nos encontramos en plena era de la inteligencia artificial, donde por un lado las grandes tecnológicas presumen de prosperidad, por el otro, aparece la cara menos visible: los trabajadores que sufren las consecuencias de un modelo que parece diseñado única y exclusivamente para precarizar.

La inteligencia artificial, presentada como motor de prosperidad, está dejando tras de sí un panorama marcado por despidos masivos, contratos temporales y salarios cada vez más bajos.

Mientras los beneficios empresariales se desploman en gran parte de Estados Unidos y se multiplican los temores de recesión, las compañías que invierten en IA son las únicas que mantienen su auge.

Sin embargo, el éxito de estas empresas no se refleja en las condiciones laborales.

Mercor y el ejemplo de la precariedad en la era de la IA

Un ejemplo claro es el caso de Mercor, empresa de calificación de IA con contratos con OpenAI y Anthropic. Su proyecto Musen, desarrollado para Meta, llegó a emplear a unos 5.000 etiquetadores de datos.

Se esperaba que durara hasta 2026, pero fue cancelado de forma repentina, dejando a miles de trabajadores en la incertidumbre.

La alternativa ofrecida fue un nuevo proyecto, Nova, con condiciones similares pero un salario inferior: 16 dólares la hora frente a los 21 que pagaba Musen.

La explicación oficial habla de “volúmenes de tareas más constantes” y “límites de horas más altos”, lo que en la práctica significa trabajar más por menos dinero.

Muchos trabajadores reconocen que, aunque quisieran boicotear la medida, no tienen recursos económicos para hacerlo y se ven obligados a aceptar, ya que es su única alternativa si quieren mantener su puesto de trabajo.

Este episodio es una muestra de las falsas promesas que acompañan al auge de la inteligencia artificial.

Al final, como en cualquier gran empresa, los empleados son tratados como números: los empleos estables se transforman en contratos temporales, los sueldos se reducen y la prosperidad anunciada por los directivos parece reservada solo para quienes mandan.

Esto deja un panorama lleno de dudas, y con miles de preguntas que hacer a los jefes de estas empresas: ya que si las empresas más poderosas del mundo tratan así a sus propios trabajadores, que son quienes hacen posible sus proyectos. ¿Qué puede esperar el resto de la sociedad de esta “revolución” que promete cambiarlo todo?¿Estamos ante un nuevo producto privado, al alcance de unos pocos?