
Coches eléctricos
Una semana con el Xpeng G6 (2025): la alternativa china al Tesla Model Y dispuesta a conquistar el mercado español
Como un Tesla Model Y... ¿pero mejor? Hemos probado el Xpeng G6, uno de los tres modelos que la compañía china comercializa en nuestro país

La ofensiva de coches eléctricos llegados desde China es imparable, y cada vez son más las marcas que aterrizan en España con propuestas muy interesantes. Una de las últimas en llegar, pero que está haciendo mucho ruido (y con razón), es Xpeng. Unas pocas semanas después del anuncio de su llegada a España, hemos podido pasar una semana completa al volante, concretamente al de la versión RWD Long Range, el modelo llamado a competir cara a cara con el rey indiscutible del segmento, el Tesla Model Y. ¿Tiene argumentos suficientes para plantarle cara? Después de siete días recorriendo ciudad, autopista y carreteras secundarias, mi respuesta es un sí rotundo. Este G6 no es solo una alternativa; es un contendiente muy serio que va a dar mucho que hablar y que, sinceramente, me ha dejado un sabor de boca excelente.
Cuando recogí el G6, lo primero que pensé fue: "Otro SUV coupé eléctrico chino intentando parecerse a Tesla". Y sí, hay que admitirlo, la inspiración en el Model Y es innegable en sus proporciones generales y en su filosofía minimalista. Pero Xpeng ha sabido darle su propio toque, una personalidad distintiva que, en mi opinión, incluso mejora la fórmula original en algunos aspectos, especialmente en cuanto a diseño y, sobre todo, en la experiencia de software. Durante esta semana, he querido comprobar si, más allá de una cara bonita y una pantalla gigante, el G6 ofrecía una experiencia de conducción y uso diario a la altura de las expectativas. Y la respuesta corta es que las ha superado.
Xpeng llega a España de la mano de un distribuidor potente como Salvador Caetano Auto, con la intención clara de hacerse un hueco importante. Y este G6 es, sin duda, su mejor carta de presentación. Un coche que equilibra diseño, tecnología, autonomía, prestaciones y un precio competitivo. ¿Estamos ante el "anti-Tesla" definitivo que muchos esperaban? Vamos a verlo.
Un diseño que no deja indiferente

Seamos claros: el Xpeng G6 entra por los ojos. La marca define su lenguaje de diseño como "robótico" y con una "estética de flujo tecnológico", y aunque suene un poco a marketing, la verdad es que funciona. El frontal, con esa fina línea LED que recorre todo el ancho y los faros divididos, le da una identidad propia y futurista.
La silueta es la de un SUV coupé, la carrocería de moda en pleno 2025, pero con unas proporciones muy bien conseguidas. La línea de techo descendente que ellos llaman "suspendida" y un centro de gravedad bajo otorgan a este modelo un aspecto dinámico y casi deportivo. Mide 4,75 metros de largo, una talla similar a la del Model Y, pero quizás se percibe algo más compacto visualmente gracias a sus formas fluidas.
Hay detalles que demuestran un gran cuidado por el diseño y la aerodinámica. Las puertas no tienen marco, lo que le da un toque más deportivo y mejora la visibilidad. Las manillas de las puertas están enrasadas, contribuyendo a esa estética limpia y, de paso, a reducir la resistencia al viento. En ese sentido, Xpeng habla de hasta 17 elementos de diseño aerodinámico que consiguen un coeficiente de arrastre bastante bueno para un SUV: 0.248. Esto, como veremos, tiene un impacto directo en la eficiencia y la autonomía.
La trasera también tiene personalidad, con unos hombros marcados y unos pilotos LED que crean una firma lumínica muy reconocible. En general, es un coche que se ve moderno, tecnológico y bien proporcionado. Durante la semana de prueba, ha llamado bastante la atención por la calle, generando curiosidad y comentarios positivos sobre su estética. Supera, en mi opinión personal, la sobriedad (quizás excesiva para algunos) del Model Y.

Un interior minimalista, espacioso y hasta arriba de tecnología
Si por fuera el G6 se inspira en Tesla pero con personalidad propia, por dentro la influencia es aún más evidente, aunque de nuevo, con matices interesantes. Nada más abrir la puerta, nos recibe un habitáculo extremadamente minimalista, donde casi todos los botones físicos han desaparecido en favor de la gran pantalla central.
El salpicadero es limpio, horizontal, dominado por dos pantallas: una instrumentación digital de 10,2 pulgadas tras el volante (algo que Tesla no ofrece en el Model Y) y la protagonista absoluta, una pantalla táctil central de 14,96 pulgadas en formato apaisado.

La calidad de los materiales es buena en general, con plásticos blandos en las zonas superiores y ajustes correctos. No transmite quizás el lujo de marcas premium europeas, pero sí una sensación de solidez y modernidad muy por encima de lo que ofrecen otros rivales directos, incluso algunos más caros.
El espacio es uno de sus puntos fuertes. Gracias a una generosa distancia entre ejes de casi 2,9 metros y al diseño del techo, tanto las plazas delanteras como las traseras ofrecen un espacio para las piernas y la cabeza suficiente para que cinco adultos viajen cómodamente. Incluso pasajeros altos viajarán cómodos detrás. Los asientos delanteros son realmente cómodos y cuentan con ajuste eléctrico, calefacción y ventilación (un detalle genial para el verano español). Los traseros también son calefactados y el respaldo es reclinable.
El techo panorámico de cristal, que viene de serie, inunda el habitáculo de luz, aunque en días de mucho sol puede echarse en falta una cortinilla (un mal común en muchos eléctricos con techo de cristal). La consola central es práctica, con un enorme hueco portaobjetos que actua como reemplazo de la guantera (efectivamente, el Xpeng G6 no incluye una) y, atención, dos bases de carga inalámbrica de 50 W cada una, con refrigeración por aire.

El maletero también es generoso, con 571 litros de capacidad, ampliables a 1.374 litros si abatimos los asientos traseros. Hay espacio de sobra para el equipaje de una familia. El portón trasero es eléctrico, por supuesto. Detalles como los botones eléctricos para abrir las puertas desde el interior o el volante multifunción de cuero (calefactable opcionalmente ) redondean un interior bien pensado, cómodo y muy tecnológico.
Xmart OS: cuando la copia supera al original (en algunos aspectos)

Llegamos al que, para mí, es uno de los puntos más sorprendentes y destacables del Xpeng G6: su sistema operativo y la experiencia de usuario que ofrece. Bautizado como Xmart OS, corre sobre un chip solvente como el Qualcomm Snapdragon 8155P y se maneja principalmente a través de la gran pantalla central de casi 15 pulgadas.
Y sí, la interfaz es claramente inspirada en Tesla: minimalista, con iconos grandes, menús claros y casi todas las funciones del coche accesibles desde la pantalla. Pero lejos de ser una simple copia, Xpeng ha conseguido crear una experiencia extremadamente fluida, intuitiva y, sobre todo, muy completa.
La respuesta táctil es inmediata, las animaciones son suaves y la organización de los menús es lógica. En mi opinión, la experiencia de uso es notablemente superior a la que ofrecen otros rivales chinos como BYD, cuyas interfaces a veces pueden resultar algo más confusas o menos pulidas.
Pero lo mejor de Xmart OS es la cantidad de funciones y posibilidades que ofrece. Tienes navegación inteligente integrada, un asistente de voz "Hey XPENG" que funciona realmente bien (entiende comandos naturales y controla muchas funciones del coche y la climatización para las 4 zonas ), una interfaz 3D para visualizar el entorno del coche, y conectividad total con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos (algo que Tesla sigue sin ofrecer, como vimos en el Tesla Model 3).
Y aquí viene una de las sorpresas: Xmart OS cuenta con su propia tienda de aplicaciones. Aunque el catálogo disponible en Europa aún está en desarrollo, la posibilidad está ahí. Durante la prueba, pude curiosear y ver apps de streaming de música y vídeo, así como redes sociales como Instagram o TikTok. Esto abre un mundo de posibilidades de entretenimiento e información directamente en la pantalla del coche (obviamente, para usar con responsabilidad y principalmente en parado).
El sistema se mantiene al día gracias a actualizaciones inalámbricas (OTA) que no solo mejoran el software de infoentretenimiento, sino que también pueden aplicar mejoras a otros sistemas del vehículo. La calidad del sonido del sistema XOPERA con 18 altavoces y 960W es francamente buena, creando una atmósfera envolvente. Y detalles como el sistema de purificación de aire Xfreebreath o el control remoto total desde la app móvil (incluyendo aparcamiento asistido ) demuestran el nivel tecnológico del conjunto.
Tampoco hay que olvidarse de la app para móviles de Xpeng, muy completa en cuanto a funciones y con una interfaz de usuario simple e intuitiva. En ella, es posible encontrar las funciones típicas que suelen incluir este tipo de apps: autonomía restante, apertura o cierre de puertas, ventanillas y maletero, control del climatizador y hasta automatizaciones. Hasta incluye la función de controlar el coche de forma remota (siempre y cuando se encuentre dentro del alcance de la señal Bluetooth), algo especialmente útil para aparcar el vehículo en huecos estrechos.

Al volante del Xpeng G6: suavidad, agilidad y kilómetros sin preocupaciones
Pero un coche no es solo diseño y pantallas. ¿Cómo se siente el Xpeng G6 en carretera? La palabra que mejor lo define es equilibrio. Durante esta semana, me ha sorprendido por su extrema suavidad de marcha y, al mismo tiempo, por una agilidad inesperada para un SUV de su tamaño.
La suspensión (independiente de doble horquilla delante y multibrazo detrás ) tiene un tarado claramente enfocado al confort. Filtra las irregularidades del asfalto de maravilla, haciendo que los viajes largos por autopista sean un auténtico placer. No hay ruidos extraños, la insonorización está muy conseguida y la sensación general es de coche aplomado y bien hecho.
Pero esa suavidad no implica que sea torpe. Gracias a su bajo centro de gravedad (conseguido en parte por la batería integrada en el chasis con tecnología CIB ) y a una dirección precisa (aunque no muy comunicativa, como es habitual en los eléctricos), el G6 se desenvuelve con sorprendente soltura en carreteras de curvas. No es un deportivo, obviamente, pero enlaza los giros con mucha agilidad, sin balanceos excesivos de la carrocería y transmitiendo confianza.

La versión que probé, la RWD Long Range, monta un único motor trasero de 210 kW (286 CV) y 440 Nm de par. La aceleración es más que suficiente para cualquier situación: adelantar con solvencia, incorporarse a la autovía con brío... Hace el 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, una cifra muy respetable. Para quien busque más "patada", existe la versión AWD Performance con dos motores, 350 kW (476 CV) y un 0-100 en 4,1 segundos.
La frenada también me ha parecido eficaz, con un tacto de pedal bastante natural para ser un eléctrico con frenada regenerativa. Los sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), agrupados bajo el nombre XPILOT 2.5 y apoyados por el chip NVIDIA Orin-X y 29 sensores, funcionan de forma suave y fiable. El control de crucero adaptativo y el mantenimiento de carril hacen que los viajes largos sean mucho más relajados.
En ciudad, a pesar de sus 4,75 metros, se mueve bien. La visibilidad es buena y las cámaras 360º con "chasis transparente" ayudan mucho al aparcar. Quizás aquí un sistema de dirección a las ruedas traseras (como el del Xpeng X9 anunciado hace solo unas semanas) lo haría aún más ágil, pero no se desenvuelve nada mal.
Buena autonomía y carga ultrarrápida

Llegamos a otro de los puntos clave en cualquier coche eléctrico: la autonomía y la carga. Y aquí, el Xpeng G6 (especialmente en esta versión Long Range) saca pecho gracias a su avanzada arquitectura de 800 voltios (parte de la plataforma SEPA 2.0) y a su eficiente gestión energética.
La batería de esta versión es de tipo NMC (Níquel, Manganeso, Cobalto) y tiene una capacidad neta de 87,5 kWh. Oficialmente, homologa 570 km de autonomía en ciclo WLTP. Ya sabemos que el WLTP es una cosa y la vida real otra, pero durante mi semana de prueba, con una conducción mixta (ciudad, algo de carretera secundaria y bastante autopista a velocidades legales), he conseguido promedios de consumo muy razonables (en torno a 16-17 kWh/100 km sin buscar eficiencia extrema) que me permitirían superar los 500 km reales sin demasiados apuros.
En condiciones más favorables (más ciudad, temperaturas suaves), no me extrañaría acercarse a esos 570 km homologados. Es una autonomía excelente que elimina prácticamente cualquier ansiedad en viajes largos.
Pero la verdadera magia de la plataforma de 800 V se desata al parar a cargar. El G6 Long Range admite una potencia de carga máxima en corriente continua (DC) de hasta 280 kW. Esto se traduce en tiempos de carga ridículamente cortos. Según Xpeng, puede pasar del 10% al 80% de batería en menos de 20 minutos. Pude comprobarlo en un cargador ultra-rápido compatible y es impresionante ver cómo suben los kilómetros de autonomía en el marcador en cuestión de minutos. Esta capacidad de carga ultra-rápida sí que es un argumento de peso frente a muchos rivales, incluyendo al Model Y (cuya carga es rápida, pero no llega a estas cifras).
Para la carga en casa o en puntos de corriente alterna (AC), admite hasta 11 kW (trifásico), lo que permitiría cargar la batería completa en unas 9,5 horas, ideal para dejarlo cargando por la noche. Además, cuenta con función V2L (Vehicle-to-Load), que permite usar la batería del coche para alimentar dispositivos externos (hasta 3,3 kW), muy útil para un día de campo o en caso de apagón.
La gestión térmica inteligente X-HP asegura que la batería mantenga una temperatura óptima tanto para rendir como para cargar rápidamente en distintas condiciones climáticas, otro punto importante para la fiabilidad a largo plazo.
Conclusión: ¿el "anti-Tesla" definitivo para el mercado español?

Después de una semana intensa con el Xpeng G6 RWD Long Range, mis conclusiones son claras: estamos ante uno de los coches eléctricos más interesantes y completos que han llegado a España recientemente, y un rival directísimo y muy peligroso para el Tesla Model Y.
Me ha conquistado su diseño moderno y único, tanto por fuera como por dentro. Me ha encantado su comportamiento dinámico, que prioriza el confort y la suavidad sin renunciar a una agilidad sorprendente. Me ha convencido plenamente su autonomía real, que supera los 500 km sin problemas en esta versión Long Range, y sobre todo, su capacidad de carga ultra-rápida gracias a la plataforma de 800 V, que hace los viajes largos mucho más llevaderos.
Pero donde creo que Xpeng realmente da un golpe sobre la mesa es en el software y la experiencia de usuario. Su sistema Xmart OS es rápido, intuitivo, muy completo, está bien integrado con CarPlay y Android Auto, y tiene el potencial de seguir mejorando con actualizaciones OTA y nuevas apps. Ofrece una experiencia que, sinceramente, me ha parecido más redonda y agradable en el día a día que la de otros competidores, incluyendo quizás (y sé que esto es polémico) a la propia Tesla en algunos aspectos de usabilidad o conectividad.
¿Es perfecto? No. El diseño interior, aunque minimalista y tecnológico, quizás no alcance la calidad percibida de algunas marcas premium europeas. La red de servicio y postventa de Xpeng en España aún está en fase de crecimiento. Y el precio final, aunque competitivo, no es el "chollo" que muchos podrían esperar de una firma china (algo lógico, por otro lado, si tenemos en cuenta que Xpeng se posiciona en la categoría de marca prémium)

Pero los argumentos a favor son potentísimos. El Xpeng G6 ofrece un paquete tecnológico de primer nivel, un diseño atractivo, un espacio interior generoso, una conducción agradable, una autonomía real excelente y una carga endiabladamente rápida. Si a esto le sumamos una experiencia de software que funciona realmente bien, tenemos un producto que no solo puede mirar de tú a tú al Tesla Model Y, sino que puede superarlo en varios aspectos importantes para muchos compradores.
Sin duda, el Xpeng G6 es mucho más que "otro coche eléctrico chino". Es una demostración de fuerza, un producto muy bien pensado y ejecutado que llega dispuesto a conquistar una parte importante del mercado español. Si estás buscando un SUV eléctrico familiar, espacioso, tecnológico y con gran autonomía, tienes que probar el G6. Puede que te lleves una gratísima sorpresa, como me ha pasado a mí.
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