Inteligencia artificial

Bill Gates, millonario y filántropo, alerta sobre la IA: "La pregunta es si llega tan rápido que no tienes tiempo para adaptarte a ella"

Los inconvenientes causados por la inteligencia artificial pueden estar motivados por la falta de margen para que los trabajadores sean capaces de adaptarse a los requerimientos de esta nueva tecnología para sus puestos

Bill Gates es el cofundador y el ex-CEO de Microsoft
Bill Gates es el cofundador y el ex-CEO de MicrosoftDifoosion

El desarrollo de la inteligencia artificial está enfocado en servir como herramienta a los seres humanos para facilitar tantas tareas como sea posible: automatización, enseñanza, programación o diseño son solo algunos de los campos en los que su presencia no para de crecer y en las que la colaboración, tal como apunta Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, será fundamental en la próxima década.

Pese a su rápida expansión y los ambiciosos proyectos en los que se encuentra inmersa la industria, es precisamente esa velocidad de evolución la que puede ser un arma de doble filo. Al menos, así lo ven expertos como Bill Gates. El que fuera cofundador de Microsoft en 1975 junto a Paul Allen teme un exceso de progreso en el campo de la inteligencia artificial en el que los humanos no sean capaces de mantener el ritmo de aprendizaje e implantación requerido.

Acompasar el ritmo de evolución y aprendizaje

Así lo destacó Gates en una entrevista en el canal estadounidense de noticias CNN junto a Fareed Zakaria el pasado mes de julio. Durante su conversación acerca de cómo manejar el futuro en relación a la inteligencia artificial, el multimillonario estadounidense expuso el riesgo latente a que una herramienta llamada a ayudar al mundo pueda terminar siendo un hándicap para una gran parte de la población:

"Cuando se mejora la productividad se puede liberar a estas personas para que tengan clases más pequeñas o vacaciones más largas o para ayudar a hacer más. La pregunta es si llega tan rápido que no tienes tiempo para adaptarte a ella"

Bill Gates en julio de 2025 para CNN

Una reflexión que presenta dos vertientes importantes. Por un lado, la capacidad de la inteligencia artificial de agilizar tareas y por tanto de ofrecer la posibilidad de reducir plazos en la ejecución de trabajos, lo que podría redundar en mayor tiempo libre de los trabajadores.

Por otro, esa circunstancia que emerge y que apunta a una necesidad de adaptación constante y ante la que los avances tal vez llegan con más rapidez que la posibilidad de aprendizaje por parte de la masa laboral: "¿Realmente habrá tiempo para adaptarse?", se preguntaba el propio Bill Gates. Una opción la de adaptarse que, de no producirse, podría cambiar el panorama laboral por completo.

Una cuestión que aflora ante un escenario en el que parece más importante lograr grandes capacidades por parte de la inteligencia artificial que el hecho de contar con personal cualificado y formado en la materia capaz de ponerlo en práctica en los diferentes sectores. Con esta reflexión Bill Gates parecía abrir un nuevo debate en referencia a la inteligencia artificial.

Ya no se trata solo de su evolución y de los puestos de trabajo que puede llegar a sustituir, se trata de contar con profesionales formados que sean capaces de comprender el cómo y el porqué de la manera de llevar a cabo procesos en común entre inteligencia artificial y ser humano para poder transmitir de manera adecuada esa manera de trabajar, evitando de ese modo que una herramienta que debería llegar para ayudar y agilizar se convierta finalmente en un problema, tal como apunta con sus palabras el filántropo Bill Gates.