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Donald Trump, y la promesa al CEO de Apple que amenaza a Europa: "No les dejaré sacar partido de nuestras compañías"
Las pérdidas de Apple en la bolsa de valores Nasdaq en las tres últimas sesiones se sitúan en el 19% de su valor y una pérdida de capitalización de 638.000 millones de dólares

Los últimos movimientos desde la administración de Donald Trump están provocando un terremoto en el ámbito comercial y bursátil con víctimas en el sector tecnológico. Los parqués de todo el mundo cotizan a la baja siguiendo una dinámica que se acentúa con cada medida tomada por el presidente de Estados Unidos.
En su idea de proteger el producto nacional americano, Trump ha impuesto una corriente arancelaria que está teniendo respuesta por parte de los países afectados y con ello generando la intranquilidad global de todos los organismos competentes en materia comercial e internacional. China sigue siendo la principal diana de la administración del magnate, que ayer fijó unos aranceles del 104% a los productos llegados desde el país asiático.
Compromisos difíciles de cumplir para Trump
De hecho, la garantía del producto patrio es algo que ya había comprometido Donald Trump en campaña, cuando en el transcurso de una entrevista con el podcaster Patrick Bet-David a mediados de octubre reconoció haber hablado con Tim Cook, director ejecutivo de Apple, para sopesar las medidas a tomar de cara a proteger a la tecnológica, que se quejaba de la imposición de multas por parte de la Unión Europea cuando no logra cumplir con las medidas exigidas en materia de seguridad.
Tal como recogió la agencia Reuters de aquella conversación, Trump mostró su apoyo directo a Cook asegurándole, desde su todavía posición de candidato a la Casa Blanca, que haría todo lo posible para salvaguardar a las empresas estadounidenses: “Tim, primero tengo que ser elegido... Pero no voy a dejar que se aprovechen de nuestras empresas. Eso no va a pasar", desveló Trump durante su intervención de la conversación privada mantenida con Cook.
"No voy a dejar que se aprovechen de nuestras empresas. Eso no va a pasar"
La teoría tras la práctica arancelaria de Donald Trump es evidente: reducir el déficit comercial de Estados Unidos, estimular la economía nacional y recuperar empleos del sector manufacturero. Para que todas esas medidas arancelarias tuvieran apoyo interno, Trump habló en el pasado con los CEOs de las compañías más importantes de Estados Unidos, aunque existe la duda razonable de que el escenario dibujado en esas conversaciones fuera en el que se encuentran actualmente.
Del resto de acontecimientos tras la elección estamos siendo testigos en estos días, aunque por el momento no parecen ir en el rumbo planteado por Trump en la charla con Tim Cook: en los tres últimos días de cotización, Apple ha perdido un 19% de su valor bursátil, lo que se traduce en una disminución de su capitalización de mercado de 638.000 millones de dólares. Expertos economistas como Ken Mahoney se muestran en una línea pesimista de continuar la guerra arancelaria.
Por si esto fuera poco, habrá que ver cómo afectan los recortes en investigación o los aranceles impuestos a los productos procedentes de China en el precio de los productos de la firma de la manzana, ya que la dependencia de Apple de China es notable puesto que es en el país asiático donde fabrica el 90% de sus productos.
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