
Aranceles Trump
Ken Mahoney, economista e inversor, sobre los aranceles de Trump y la tecnología: "La situación se presenta desesperada"
Las recientes caídas en bolsa de las tecnológicas de referencia pueden ser, según el experto, la punta del iceberg que no está sabiendo ver Trump con sus medidas arancelarias

La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos celebradas el pasado 6 de noviembre supuso un impulso espectacular en la cotización de los futuros de Wall Street, así como en el mercado de las criptomonedas. Pocos se acuerdan ya de aquella primera oleada de optimismo cuando semana tras semana las novedades que anuncia el presidente americano socavan la confianza de las bolsas y de los expertos en economía.
Este miércoles Trump anunció una nueva avalancha de aranceles contra decenas de países entre los que se encuentran las principales economías del planeta y que sufrirán productos españoles. Todo ello con la excusa de defenderse de prácticas comerciales injustas que se realizan contra los productos de su nación. Los gravámenes anunciados van desde un 10% a las importaciones a Estados Unidos procedentes de la mayoría de países de América Latina, pasando por el 20% anunciado para los llegados desde la Unión Europea y alcanzando al 34% en el caso de su principal enemigo en esta causa: China. Eso sí, la respuesta desde Pekín ha sido inmediata.
La mayoría de los dispositivos de Apple son hechos en China
Lo que no parece claro es que Trump haya calibrado las consecuencias que estas imposiciones pueden tener para los productos que lideran las compañías sobre las que se sustenta la economía estadounidense, especialmente las tecnológicas como Apple, Dell o HP. En ello han ahondado expertos como el economista Ken Mahoney, director ejecutivo de Mahoney Asset Management que tiene su sede en el estado de Nueva Jersey.
Para Mahoney, la situación que se presenta es fácil de predecir en el contexto de duda que abren las decisiones de Trump: “¿Qué orientación puede ofrecer realmente una empresa en este escenario, cuando la situación se presenta tan desesperada?”, se preguntaba de forma retórica en palabras recogidas por la agencia Reuters.
La duda de Mahoney tiene como base los pasos apuntados por empresas como Apple u otras cuyo peso en la economía estadounidense es diferencial: "Incluso antes de que los aranceles se establecieran definitivamente, escuchamos de empresas como Walmart y Delta, por ejemplo, que ya estaban experimentando una desaceleración justo cuando comenzaban las negociaciones arancelarias, así que solo podemos imaginar qué dirán ahora", dijo.
La caída sufrida por las acciones de Apple tras el anuncio de aranceles se sitúa ya en el 8,8% dado que el 90% de su producción se basa en China, objetivo prioritario de Trump. El mercado de los ordenadores y los semiconductores también enfrenta graves consecuencias de continuar esta deriva arancelaria, y ahí Dell o HP podrían tener que hacer frente a incrementos en los costes de producción de entre un 10 y un 25%. Las consecuencias de esto se reflejarían en una reducción de los márgenes de beneficio o en un aumento de los precios de los productos, que recaería sobre los compradores, con el consiguiente frenazo que esto puede suponer para la economía.
El efecto mariposa en materia arancelaria para Trump le puede poner en una situación comprometida con las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos y con los consumidores nacionales, y los economistas ya se lo están tratando de hacer ver.
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