Dice el refranero popular español que “el que mucho abarca poco aprieta”, en clara referencia a pretender hacer al mismo tiempo varias tareas sin el éxito deseado en cada una de ellas. A tenor del momento actual, se podría decir que Elon Musk ha sido víctima de tan extendido dicho.

Al menos así lo consideran cada vez más expertos, analistas económicos, corresponsales de medios de comunicación centrados en política e incluso accionistas de Tesla, una de las empresas de Musk que más está sufriendo sus escarceos en otros campos con pérdidas superiores al 25% en los últimos meses, cifra más que significativa.

Musk quiere retomar su lado más emprendedor

Lo que parece evidente es que el propio magnate ha sabido ver que esa vorágine en la que se había envuelto y que ocupaba política, industria espacial, inteligencia artificial, redes sociales, neurociencia e infraestructuras no le estaba reportando los beneficios previstos. Para subsanarlo, Musk ya ha confirmado que da un paso a un lado en materia política. Con ello pretende volver a centrarse en sus propios negocios, entre los que la empresa de vehículos de conducción autónoma tiene una posición dominante.

De hecho, Tesla prevé lanzar durante este mes de junio el primer servicio de taxis autónomos en Austin, Texas. Pero las últimas pruebas realizadas con vehículos de la compañía de Musk sugieren que ese vaticinio de los expertos de que “Tesla colapsará pronto” no está exento de razón.

Todo a raíz de una nueva prueba realizada por The Dawn Project, empresa que lleva tiempo poniendo a prueba las supuestas mejoras en materia de seguridad y fiabilidad que Tesla anuncia a bombo y platillo para demostrar que la confianza que se deposita en ellos debe ser limitada.

Inseguridad en el servicio de conducción autónoma de Tesla

La última actualización remitida por Tesla señalaba el reconocimiento de las señales de stop y luminosas que los autobuses escolares despliegan en sus paradas para que los alumnos bajen del transporte escolar. Como se puede ver en el vídeo que la propia compañía The Dawn Project ha elegido para acompañar su publicación, el vehículo autónomo de Tesla hace caso omiso a ambas provocando lo que en la vida real sería un accidente con fatales consecuencias:

Ante esta fallida prueba en materia de seguridad y con Tesla empeñada en poner en funcionamiento su servicio de taxis autónomos, cada vez son más los expertos que consideran que querer recortar terreno en materia de avances sin los requisitos de seguridad mínimo puede tener un efecto contraproducente en la imagen de Tesla.

Obviamente el fin de la prueba realizada es alertar a la compañía de la falta de seguridad en su servicio de conducción autónoma por el bien de la ciudadanía, no por el bien de la compañía, pero haría bien Elon Musk en tomar nota de este tipo de advertencias si no quiere que esos vaticinios negativos sobre el futuro de Tesla acaben siendo una realidad.