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Tecnología

Imprimir un barco en una semana: así es la nueva revolución 3D que llega al mar

Desde los Países Bajos, la impresión 3D promete transformar la construcción naval con barcos sostenibles, rápidos y de bajo coste

Imprimir un barco en una semana: así es la nueva revolución 3D que llega al mar CEADBBC News

Después de dos años de pruebas y ajustes, el ingeniero Maarten Logtenberg y su equipo han dado con la fórmula perfecta: una mezcla de termoplásticos y fibra de vidrio capaz de resistir el sol, la corrosión y el crecimiento marino.

Con ese material, su compañía CEAD, con sede en Delft (Países Bajos), ha conseguido imprimir cascos de barco en 3D en solo cuatro días.

“Estamos automatizando casi el 90 % del proceso de construcción y a gran velocidad”, explica Logtenberg. “Normalmente, un casco tarda semanas en hacerse. Ahora imprimimos uno cada semana”.

La fábrica que imprime barcos

CEAD lleva años fabricando impresoras 3D de gran formato, pero esta vez ha decidido ir un paso más allá y producir directamente los barcos.

Su impresora más grande, de 40 metros, ya se ha utilizado en Abu Dabi para crear un ferry eléctrico, y en su Centro de Aplicaciones Marinas en Delft han construido un prototipo de 12 metros para la Marina neerlandesa en solo seis semanas.

“Cuando la Marina compra un barco, puede tardar años en recibirlo. Nosotros lo hicimos en seis semanas y con un presupuesto muy reducido”, afirma Logtenberg, que subraya otra ventaja: las piezas pueden reciclarse y reutilizarse.

La tecnología también permite una producción móvil, ya que las impresoras pueden transportarse en contenedores y fabricar embarcaciones cerca del cliente, reduciendo costes y logística.

Mientras tanto, en Róterdam, la empresa Raw Idea avanza en el mercado de ocio con su marca Tanaruz, que fabrica barcos con plástico reciclado y fibra de vidrio.

“Estoy convencida de que en cinco años los barcos impresos en 3D dominarán el mercado de las embarcaciones rápidas y de trabajo”, asegura su directora, Joyce Pont.

El sector náutico sigue siendo uno de los más regulados, y las autoridades europeas trabajan para adaptar la normativa a estas nuevas técnicas. Pese a los retos, la impresión 3D ya se aplica a componentes navales y podría transformar la industria en los próximos años.

“Construir un barco de 12 metros no lo habría imaginado hace un año”, concluye Logtenberg. “Cada avance nos acerca más al día en que podamos imprimir un barco completo”.