Mark Zuckerberg
Mark Zuckerberg demanda a Mark Zuckerberg por no respetar que se llama Mark Zuckerberg
Facebook no entiende que solo quiere usar su nombre real
Mark Zuckerberg ha demandado a Mark Zuckerberg, o, mejor dicho, a la multinacional Meta, dueña de Facebook, y, por ende, al magnate. Como estás imaginando, lo ha hecho por su nombre, ya que los servicios de moderación automáticos de Facebook califican al primero como un suplantador de identidad del gurú tecnológico, por lo que eliminan de la red social constantemente su negocio de abogacía. Ello le hace perder los miles de dólares gastados en publicidad.
Durante casi una década, el abogado Mark Steven Zuckerberg (Mark S. Zuckerberg) ha visto como su página profesional de Facebook era desactivada una y otra vez. Facebook la acusaba de suplantación de identidad de Mark Eliot Zuckerberg (Mark E. Zuckerberg), dueño de la plataforma y la persona con dicho nombre que se le viene a casi todo el mundo a la cabeza.
Hasta Washington le demandó al confundirse de Mark Zuckerberg
Mark S. Zuckerberg es un abogado de Indianápolis (Estados Unidos) especializado en el derecho de bancarrota. Según ha declarado al medio WHTR, como todos sus competidores se anunciaban en Facebook, él tuvo que hacer lo mismo, así que se creó una página donde promocionaba sus servicios y pagó por publicidad.
Sin embargo, dicha página ha sido deshabilitada 5 veces solo desde 2017. El motivo alegado era que "intentaba hacerse pasar por una celebridad". La eliminación de la página no solo implica una molestia para el abogado, que debe volver publicarla, sino una pérdida de dinero, ya que ha invertido más de 11.000 dólares.
Cansado del bloqueo, demandó a Meta, la empresa matriz de Facebook, y, por ende, a Mark S. Zuckerberg, creador de la plataforma. Exige que Meta reconozca los errores, garantice que su página no vuelva a ser suspendida y le compense por las pérdidas.
Ante ello, Meta ha respondido que la última desactivación fue un error, tras lo que restituyó la cuenta del abogado. No obstante, esta decisión no ha calmado al demandante, quien afirma necesitar una garantía estable de que no volverán a deshabilitar su página.
La confusión con la página solo es uno de los tantos problemas que padece al tener un nombre similar al del creador de Facebook. Según detalla, le han entregado paquetes dirigidos al otro Mark, han enviado amenazas de muerte, llamado a todo tipo de horas, colgado al hacer reservas porque pensaban que estaba gastando una broma, ha colapsado aeropuertos al recogerle una persona con un cartel en el que pone su nombre e incluso Washington le demandó judicialmente cuando quisieron demandar al CEO de Meta.
Sin embargo, se lo toma con cierta ironía. En su web personal, bautizada con un elocuente “iammarkzuckerberg.com”, asegura que saluda cordialmente a su homónimo multimillonario cada mañana, aunque reconoce que la broma deja de tener gracia cuando la confusión le cuesta clientes y dinero. También ha dejado claro que lleva ejerciendo la abogacía desde que su tocayo tenía tres años.
En definitiva, lo que desde fuera parece una anécdota se ha terminado convertido en un pleito real. El caso de Mark S. Zuckerberg contra Mark E. Zuckerberg demuestra que la dependencia de algoritmos puede generar situaciones absurdas y costosas.