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El negro absoluto ya existe: así es la tela que desafía a la física y al ojo humano

Ingenieros de la Universidad de Cornell han creado el material más negro jamás fabricado, inspirado en un ave tropical y con potencial para revolucionar la moda, la óptica y la tecnología

El negro absoluto ya existe: así es la tela que desafía a la física y al ojo humano
El negro absoluto ya existe: así es la tela que desafía a la física y al ojo humanoSurrey NanoSystemsWikipedia

Ingenieros de la Universidad de Cornell han creado la tela más negra jamás fabricada, capaz de absorber el 99,87 % de la luz que incide sobre ella. El resultado es tan extremo que los objetos recubiertos con este material pierden volumen y forma, como si desaparecieran dentro de una sombra absoluta.

El descubrimiento, publicado en Nature Communications, combina nanotecnología, diseño textil y biología para reproducir una de las propiedades más enigmáticas de la naturaleza: el “ultranegro” de las plumas del riflebird magnífico, un ave de Nueva Guinea famosa por su brillo azul-verdoso sobre un fondo oscuro que parece tragarse la luz.

Una tela inspirada en un ave imposible de fotografiar

Para lograrlo, los investigadores tiñeron lana merina blanca con polidopamina, un polímero sintético que imita la melanina natural. Después, sometieron la tela a un proceso de plasma que grabó sobre su superficie nanofibrillas, diminutas estructuras capaces de atrapar los fotones e impedir que escapen.

La luz rebota entre las fibrillas una y otra vez, en lugar de reflejarse hacia fuera. Eso es lo que crea el efecto ultranegro”, explicó la diseñadora y científica textil Hansadi Jayamaha, autora principal del estudio. El material mantiene su capacidad de absorber luz incluso cuando se observa desde un ángulo de 60 grados, superando al plumaje del propio riflebird, que solo muestra su negrura perfecta cuando se ve de frente.

Análisis visual y microscópico de nanoestructuras y microestructuras
Análisis visual y microscópico de nanoestructuras y microestructurasEric Groppnature communications

Lejos de quedarse en el laboratorio, la tela ya ha llegado al mundo del diseño. La estudiante de moda Zoe Alvarez, también de Cornell, confeccionó un vestido que rinde homenaje al riflebird, combinando tonos que se oscurecen gradualmente hasta culminar en el tejido ultranegro que rodea un brillante azul central.

La diferencia con materiales como el famoso Vantablack o el posterior compuesto del MIT es su coste y escalabilidad. Aunque estos alcanzan niveles de absorción ligeramente superiores (99,96 % y 99,995 %, respectivamente), su producción es compleja y cara. En cambio, la nueva tela puede fabricarse de forma sencilla y asequible, lo que abre la puerta a aplicaciones en moda, arte, óptica y tecnología.

El efecto visual del material desafía la percepción humana. Al eliminar los reflejos, el cerebro pierde las referencias que necesita para distinguir profundidad o textura. “Cuando miras un objeto cubierto con este material, tu mente no entiende lo que ve. Es como mirar la nada”, señalan los autores.

Además de su impacto artístico, los científicos prevén usos en telescopios, sensores ópticos y sistemas antirreflejo, donde el control de la luz es crucial. En otras palabras, este “negro perfecto” no solo es un logro estético: también es una herramienta que podría mejorar desde cámaras hasta satélites.

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