
Sostenibilidad
Así es como la ciencia logra producir ropa ya teñida sin usar agua ni productos tóxicos
Científicos surcoreanos han logrado crear telas que se tiñen de forma natural durante su fabricación

El teñido textil es uno de los procesos más contaminantes de la industria de la moda. Requiere enormes cantidades de agua y productos químicos que terminan en ríos y mares, y emite tanto CO₂ como el transporte marítimo y aéreo juntos. Cada año, se vierten al medio ambiente unas200.000 toneladas de tintes industriales, muchos de ellos tóxicos y de difícil degradación.
Frente a ese modelo, un grupo de investigadores del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea ha desarrollado una alternativa que podría transformar por completo la producción textil: un método biotecnológico que permite fabricar fibras y teñirlas al mismo tiempo, sin utilizar agua ni productos derivados del petróleo. Todo sucede dentro del mismo recipiente, gracias al trabajo conjunto de dos tipos de bacterias.
Un proceso biológico con dos protagonistas
El procedimiento, descrito en la revista Trends in Biotechnology, combina dos microorganismos: Komagataeibacter xylinus, responsable de generar la celulosa (el material base de la fibra), y Escherichia coli, una bacteria comúnmente asociada a intoxicaciones alimentarias, pero que en este caso ha sido modificada para producir pigmentos naturales.
Durante la fermentación, las bacterias trabajan en cooperación: una forma la red de celulosa y la otra la tiñe desde dentro, utilizando compuestos derivados de pigmentos como las violaceínas (azul, verde, púrpura) y los carotenoides (rojo, naranja, amarillo). El resultado es un tejido resistente, flexible y coloreado de manera uniforme, sin agua, sin residuos y sin intervención química externa.
El equipo, liderado por el ingeniero bioquímico San Yup Lee, probó la durabilidad de estas fibras frente a altas temperaturas, lavados y soluciones ácidas o alcalinas. Algunas tonalidades se atenuaron, pero otras mantuvieron mejor el color que los tintes sintéticos convencionales, lo que demuestra su viabilidad para aplicaciones reales.
“Los procesos actuales dependen de fibras sintéticas derivadas del petróleo y de colorantes que contienen metales pesados o disruptores endocrinos”, explica Lee. “Nuestro método no solo elimina esas sustancias, sino que reduce las emisiones y la contaminación del agua”.
Aunque los investigadores estiman que pasarán al menos cinco años antes de que esta técnica llegue a la producción comercial, el proyecto marca un punto de inflexión en el camino hacia una moda verdaderamente sostenible.
El objetivo final es sustituir las fibras y tintes derivados del petróleo por materiales renovables, que puedan producirse localmente y descomponerse sin dejar rastro. “La sostenibilidad también puede ser bella”, concluye Lee, convencido de que la biotecnología será la gran aliada del diseño en la próxima década.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


