Inteligencia artificial
Sam Altman, padre de ChatGPT, suelta la bomba de hacia dónde debe ir la IA: "Algún día tendremos un modelo tan potente como ChatGPT 5 funcionando en tu dispositivo"
Los retos técnicos hasta alcanzar la meta de la ejecución en local de modelos de IA son evidentes, pero Altman establece ese nuevo objetivo pensando en la privacidad y libertad de los usuarios
Muchos son los objetivos que se fijan las grandes compañías inmersas en la batalla por mejorar y extender la inteligencia artificial. El más nombrado es el de alcanzar la Inteligencia Artificial General (AGI), aquella que poseería la capacidad de comprender, aprender y aplicar conocimientos a cualquier tarea intelectual que un ser humano pueda realizar y sobre la que grupos de expertos tratan de levantar la voz de alarma.
Pese a que durante meses al hablar de inteligencia artificial se unía esa expresión a ChatGTP, la irrupción del último modelo de Google, Gemini 3, apunta a que el cetro de rey del dominio actual del panorama de la IA puede cambiar de manos.
No obstante, las capacidades que ha demostrado la versión más avanzada de inteligencia artificial desarrollada desde Mountain View no impiden a Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, empresa matriz detrás de ChatGPT, continuar con su plan de acción y con la hoja de ruta establecida para su IA.
Una tecnología con la que aspira a desarrollar modelos extremadamente potentes que, en un futuro todavía no cercano, puedan ejecutarse de forma directa en dispositivos locales y además en implementaciones de código abierto.
Complejidad técnica frente a la apuesta por la privacidad
Así lo expresó el propio Sam Altman en su intervención en el espacio organizado por el canal de YouTube Databricks el pasado día 19 de noviembre. En él, destacó la importancia que quiere conceder a la privacidad y la libertad en relación con la inteligencia artificial, así como su deseo de alcanzar modelos que puedan ser eficientes de cara a ser ejecutados en un dispositivo local:
“Estamos intentando averiguar cómo podremos, algún día, crear un modelo con la calidad de GPT-5 ejecutándose en un dispositivo de código abierto. Aún no sabemos cómo hacerlo”
Durante su charla junto a Ali Ghodsi y dirigida por Hanlin Tang, Altman reconoció que, a día de hoy, no cree que esa sea una aspiración generalizada, pero sí que irá ganando espacio en las prioridades de los usuarios, por cuanto implica de seguridad y privacidad, cuestión que le lleva a mirar hacia ello a la hora de plantearse también cómo serán los ordenadores de la era de la IA: “No creo que esto sea lo que la mayoría de la gente quiere, pero quienes lo desean realmente lo desean, y creo que intentaremos encontrar maneras de ofrecer increíbles modelos de código abierto”, afirmó el director ejecutivo de OpenAI.
Pese a encontrarse lejos a nivel técnico de soluciones que puedan ofrecer esa opción dibujada por Sam Altman, el máximo responsable de ChatGPT fija esa meta para subsanar las que serán preocupaciones futuras de los usuarios: “Si la IA se vuelve importante en la vida de las personas, como esperamos, y la actual política pública de la industria tecnológica deja algunas áreas de preocupación, creo que la gente querrá buenos modelos locales”, afianzó su idea Altman.
Un nuevo reto que afrontar desde OpenAI, con la mirada puesta en ofrecer a los usuarios un recurso local para cualquiera de sus dispositivos en el que la privacidad, el control y la no dependencia de internet para las consultas serán claves. Todo ello, por supuesto, supeditado a la superación de los retos técnicos que implicaría contar en local con un modelo cuya ejecución requiere de recursos importantes.