
IA
Tilly Norwood, el rostro artificial que amenaza con cambiar los rodajes
Esta persona no siente, padece o piensa. Solo es una IA, pero su mera presentación ha desatado una oleada de críticas

Tilly Norwood no se queja de las largas sesiones de rodaje, no tiene una vida personal que pueda crear un escándalo, no sale con estrellas de cine, no se queja de condiciones laborales mediocres, no pone objeciones al guion, ni tampoco piensa, siente o padece.
Es una "actriz" diseñada por inteligencia artificial, un avatar sin vida que funciona mediante prompts (indicaciones), que ha despertado una brutal polémica en la Cumbre de Zúrich, evento del Festival de Cine de Zúrich. "Queremos que sea la próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman" ha declarado su creadora, la productora Eline Van der Velden, según Deadline.
La comunidad artística en pie de guerra
Ha sido desarrollada a través de técnicas de generación de imagen y voz basadas en redes neuronales. Aunque no solo intenta imitar las expresiones y movimientos de intérpretes, también cuenta con perfiles en redes sociales en los que se muestra como una actriz emergente, reforzando la ilusión de una carrera artística en construcción. Tuvo su primera aparición en AI Commissioner, un corto de comedia en el que se presenta, el cual tiene la particularidad de que solo participan inteligencias artificiales, como ella.
Van der Velden ha defendido el proyecto como un experimento creativo. Según explicó en Zúrich, Tilly no busca reemplazar a los intérpretes, sino explorar un nuevo género en el que los "intérpretes" digitales formen parte del ecosistema audiovisual. Incluso afirmó que varias agencias de representación han mostrado interés en considerarla dentro de su catálogo de talentos.
Las reacciones en la comunidad artística no se hicieron esperar, con gran parte de sus miembros expresando su rechazo. "Espero que todos los actores representados por el agente que hace esto se pongan las pilas" afirmó Melissa Barrera, una de las voces críticas. “¿Y qué hay de los cientos de jóvenes vivas cuyos rostros fueron combinados para crearla? ¿No pudieron contratar a ninguna?” declaró la actriz y escritora Mara Wilson.
Se cuestiona el origen de los datos empleados para modelar sus rasgos y voz, en un momento en el que el uso sin consentimiento de rostros es objeto de debate en todo el sector tecnológico. Además, la idea de atribuir a una IA el título de “actriz” plantea interrogantes sobre qué significa realmente la interpretación, si se reduce a ejecutar instrucciones o si implica la experiencia y sensibilidad humana que, al menos de momento, solo puede tener un humano.
Por ahora, Tilly Norwood representa más una demostración tecnológica que una amenaza consolidada para los actores. Sin embargo, su lanzamiento manifiesta que la IA ya no se limita a tareas técnicas en la producción audiovisual, incluso de escritura de guiones, sino en la representación de personajes
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