Los humanos no serán responsables si un vehículo autónomo tiene un accidente

De acuerdo con las leyes que en breve podría sancionar el Reino Unido, los fabricantes de vehículos autónomos en el país serán los responsables de las acciones de un vehículo cuando este se encuentra circulando en modo autónomo. Así lo afirma la hoja de ruta para las leyes que regularán el despliegue generalizado de vehículos autónomos para 2025 en las carreteras británicas. Esta distinción podría sentar un precedente a nivel mundial, donde la responsabilidad en el caso de accidentes de vehículos autónomos aún puede ser algo así como un área gris.

Cuando un vehículo de prueba autónomo de Uber mató a un peatón en 2018, el operador de seguridad humana en el vehículo fue acusado de homicidio negligente con un instrumento peligroso. Uber no enfrentó cargos. Y después de un accidente mortal en 2019 que involucró a un vehículo Tesla que operaba en piloto automático, el conductor, no Tesla, fue acusado de dos delitos graves de homicidio vehicular con negligencia grave.

El gobierno británico señaló que las leyes se basarán en otras ya existentes y declarará que los fabricantes son responsables de las acciones de los vehículos autónomos, “lo que significa que un conductor humano no sería responsable de los incidentes relacionados con la conducción mientras el vehículo tiene el control de la conducción”.

Para llegar a esta conclusión, Gran Bretaña abrió un período de consulta sobre las medidas de seguridad para que los vehículos autónomos sean tan seguros como un conductor humano. Los resultados de la consulta ayudarían a formar los estándares para operar vehículos autónomos en vías públicas, así como posibles sanciones si no se cumplen esos estándares.

“Es un gran salto desde la conducción asistida, donde el conductor todavía tiene el control, a la conducción autónoma, donde el automóvil toma el control – señaló el presidente de la Asociación de Automóviles británicas, Edmund King – . Es importante que el gobierno estudie cómo estos vehículos interactuarían con otros usuarios de la carretera en diferentes caminos y condiciones climáticas cambiantes. Sin embargo, vale la pena perseguir el premio final, en términos de salvar miles de vidas y mejorar la movilidad de los ancianos y los menos móviles”.