
Espacio
El cometa interestelar 3I/ATLAS podría haber cambiado de color por segunda vez en 4 meses
Investigadores detectan un tenue tono azulado tras su paso por detrás del Sol

Primero rojizo, después con un halo verdoso y ahora viéndose ligeramente azul. Nuevas observaciones del cometa interestelar 3I/ATLAS indican que ha comenzado a mostrar un tenue tono azulado, lo que sería su segunda variación cromática desde que fue detectado hace 4 meses.
3I/ATLAS es el tercer cuerpo interestelar que se descubre y, probablemente, el más antiguo de todos ellos, con un origen fuera del Sistema Solar estimado en hace más de 7.000 millones de años. Cuando se le vio por primera vez a comienzos de julio se desplazaba a unos 210.000 kilómetros por hora hacia el Sol y alcanzó su perihelio, el punto más cercano al mismo, el pasado 29 de octubre. Al hacerlo pasando por el otro lado del Sol con respecto a la Tierra, el cometa perdió visibilidad durante unas semanas y dejó de poder ser observado por los telescopios terrestres, aunque seguía al alcance de otros instrumentos de observación en el espacio.
Un día antes, el 28 de octubre, los investigadores Qicheng Zhang, del Telescopio Discovery del Observatorio Lowell, y Karl Battams, del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos, que analizaban datos de instrumentos que aún podían observar 3I/ATLAS, revelaron que el cometa había aumentado su brillo en varios órdenes de magnitud después de desaparecer de la vista, algo que no puede explicarse completamente por su cercanía al Sol.
En el mismo estudio, los autores apuntan que 3I/ATLAS se muestra 'notablemente más azul que el Sol', una característica inédita hasta ahora y que sugiere la liberación de gases distintos a los observados en fases anteriores, posiblemente monóxido de carbono o amoníaco. Por el momento, estas conclusiones son preliminares. El trabajo no ha pasado revisión por pares y otras campañas de observación aún no han confirmado el tono azulado.
Cabe señalar que ese color azul se refiere a la 'huella dactilar' espectral del cometa y se detecta con instrumentos de fotometría. No es necesariamente 'azul' en apariencia y probablemente no es visible al ojo humano sin ayuda óptica debido a su baja luminosidad proyectada.
Según los investigadores, este nuevo matiz contrasta con la fase rojiza registrada en julio, atribuida a grandes cantidades de polvo expulsadas del núcleo, y con el breve episodio verdoso observado en septiembre, relacionado con emisiones de dicárbono o cianuro presentes en la coma. Sin embargo, estos cambios de color han sido solo temporales, y por ahora no está claro por qué. Solo el tiempo y las observaciones continuadas determinarán si el nuevo color del cometa se mantendrá.

En las próximas semanas, el cometa será cada vez más visible para los observadores del cielo en el hemisferio norte a medida que se desplace hacia el norte en el firmamento. No obstante, no podrá apreciarse a simple vista, por lo que será necesario un telescopio o unos prismáticos astronómicos para observarlo.
3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano a nuestro planeta el 19 de diciembre, situándose a una distancia mínima de 270 millones de km, alrededor de 1,8 veces la distancia Tierra-Sol. Entonces, los investigadores tendrán una visión más cercana del cometa y podrán estudiarlo mejor.
Este objeto interestelar ha mostrado varios rasgos inusuales desde su descubrimiento, incluyendo unaabundancia de dióxido de carbono, altos niveles de pérdida de agua y una enigmática contracola. Los investigadores también creen que su cubierta helada puede haber sido alterada por miles de millones de años de bombardeo de rayos cósmicos, lo que podría dificultar analizar el material original de su sistema estelar de origen.
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