Tecnología militar
Un dron submarino, “invisible” y con una capacidad de carga de más de 1000 kg.
Construido con carbono de alto rendimiento, está equipado para guerra electrónica y posee capacidad de ataque.
Los drones ucranianos, el Ghost Shark, el desarrollado por España… La lista de drones submarinos es cada vez mayor. Y ahora se le suma el K40 MANTA, un nuevo proyecto iniciado por Kraken Technology, ya conocida por sus proyectos para la OTAN. El proyecto K40 MANTA es una colaboración oficial entre Estados Unidos y el Reino Unido para avanzar y perfeccionar su plataforma superficie-subsuelo no tripulada que tendrá forma de delfín.
"Este es un paso fundamental en la evolución técnica de la plataforma K40 MANTA de Kraken, sentando las bases para el desarrollo de capacidades autónomas mejoradas y, en última instancia, autonomía total", explica Kraken en un comunicado.
El K40 MANTA es una embarcación marina avanzada con una estructura de carbono de alto rendimiento diseñada para funciones de inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento (ISTAR por sus siglas en inglés). Según Kraken, también está equipado para guerra electrónica y posee capacidad de ataque, lo que mejora su utilidad en diversas operaciones marítimas.
El dron está diseñado para operar de forma autónoma con modos de merodeo y capacidad de duración prolongada, lo que le permite permanecer en operaciones durante períodos prolongados. Con un importante compartimento de carga útil capaz de transportar hasta 1000 kg, el MANTA se puede configurar de forma modular para cumplir funciones específicas. Su diseño facilita hasta 10 días de operaciones autónomas, lo que aumenta su eficacia para misiones prolongadas.
El MANTA también está diseñado para un fácil almacenamiento, lanzamiento y recuperación desde varios buques, lo que garantiza opciones de implementación versátiles. Puede transportar sensores de merodeo de vehículos aéreos no tripulados o municiones para mejorar las capacidades de reconocimiento o ataque.
El sistema de recopilación y distribución de datos ISTAR de la nave está mejorado con capacidades electroópticas (EO) y de inteligencia de señales (SIGINT). Además, está equipado con sensores del fondo marino y sonoboyas, lo que lo convierte en un activo poderoso para la vigilancia marítima y la recopilación de datos. El MANTA puede desplegarse rápidamente en cualquier lugar a través de un contenedor ISO o un avión C-130.
Cuenta con una estructura compuesta avanzada con un diseño que reduce la visibilidad en los espectros visual, acústico, de radar y térmico. Además, cuenta con un mástil sensor desplegable que mejora sus capacidades de vigilancia sin comprometer su perfil sigiloso. Viene en varios tamaños, incluido el MANTA 36 de 36 pies (11 metros), el MANTA 18 (5,5 metros) y el MANTA 12 (3,7 metros) que pueden operar a una profundidad máxima de 30 metros.
Lo que aún es desconoce es cómo se podrá operar de forma remota y si necesitará una distancia mínima para no perder la comunicación, factores fundamentales teniendo en cuenta su autonomía de hasta 10 días.
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