Espacio interestelar

La NASA recupera la comunicación con Voyager 1, la sonda que más se ha adentrado en el espacio

La nave espacial, que lleva 46 años en el espacio y se encuentra a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra, mandaba datos ilegibles desde el pasado noviembre

Voyager 1
Ilustración de la Voyager 1 en el espacio exterior.Nasa/Caltech/JPLNasa/Caltech/JPL

Los últimos meses han sido complicados para el equipo de la Voyager-1 de la NASA. La sonda espacial, lanzada en 1977 y que es el objeto fabricado por el hombre que más se ha adentrado en el espacio, dejó de enviar datos legibles a la Tierra el pasado mes de noviembre. Cinco meses después, la agencia espacial ha conseguido identificar el problema e implementar una solución que ha permitido que Voyager-1 vuelva a comunicarse y envíe de nuevo datos utilizables sobre su salud y el estado de sus sistemas de ingeniería a bordo.

La Voyager 1 y la Voyager 2, ambas lanzadas en el mismo año, son las dos únicas sondas que han abandonado el sistema solar y operan en el espacio interestelar, lo que hace que la información que envían sea enormemente valiosa. Más en el caso de la primera, a unos 24.000 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, que en el de la segunda, a 20.000. La misión inicial tenía prevista una duración de cuatro años, pero han pasado 46 desde entonces y las dos máquinas, con su antiquísima tecnología, continúan viajando por el espacio y recogiendo información.

El año pasado, la NASA parcheó ambas sondas para evitar la repetición de los problemas que tuvieron en 2022 con el Sistema de Control y Articulación de Actitud, AACS por sus siglas en inglés, que también hizo perder temporalmente la comunicación con la Voyager 1.

En esta ocasión, el problema ha provenido del Subsistema de Datos de Vuelo, FDS, que se encarga de empaquetar los datos científicos y de ingeniería antes de enviarlos a la Tierra.

Fue el pasado 14 de noviembre cuando la sonda comenzó a enviar datos, entonces calificados como un “galimatías”, que no podían leerse a su llegada. Los ingenieros de la Voyager 1, desde el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, pudieron confirmar que, pese a ello, la nave continuaba recibiendo sus comandos, pero la comunicación de regreso no estaba funcionando.

Posteriormente pudieron acotar el problema al FDS, que es una de las tres computadoras que hay a bordo de la nave espacial. El equipo descubrió que un chip responsable de almacenar una parte de la memoria del FDS, incluido parte del código de software de la computadora, no estaba funcionando. Según explica la NASA, la pérdida de ese código dejó inutilizables los datos científicos y de ingeniería.

Al no ser posible reparar el chip, la NASA ha optado por colocar el código afectado en otra parte de la memoria del FDS, pero ninguna de las ubicaciones disponibles contaba con el suficiente espacio como para albergar el código completo.

Para solucionarlo, los ingenieros dividieron el código en secciones para almacenarlas en diferentes lugares. Tuvieron que ajustarlas para garantizar que todas siguieran funcionando como un todo y también actualizar todas las referencias a la ubicación del código en otras partes del FDS.

Una señal de radio tarda 22 horas y media en llegar a la Voyager 1 y otras tantas para de la sonda a la NASA, por lo que fue el 20 de abril cuando la NASA pudo confirmar el éxito de la operación tras enviar el nuevo código el día 18. Por primera vez en 5 meses, los ingenieros pudieron verificar la salud y el estado de la nave espacial. Durante las próximas semanas, el equipo reubicará y ajustará las otras partes afectadas del software FDS, incluyendo las que comenzarán a devolver datos científicos.