
Espacio
Una sonda soviética de 495 kg, diseñada para sobrevivir en la atmósfera extrema de Venus, caerá en la Tierra este mes
Kosmos 482 era una misión destinada a Venus que la Unión Soviética lanzó en 1972, pero no pudo escapar de la órbita terrestre

Tras cumplir el pasado 31 de marzo 53 años orbitando la Tierra, la sonda soviética designada como Kosmos 482 está a punto de reentrar en la atmósfera. Pero esta podría no ser una reentrada más como la de otros satélites que terminan su vida útil y acaban por desorbitarse y desintegrarse en el proceso. La nave espacial soviética, un módulo de aterrizaje diseñado para hacerlo en Venus y resistir las condiciones extremas de su atmósfera, podría sobrevivir a la reentrada en la atmósfera terrestre y alcanzar la superficie.
Marco Langbroek, experto en seguimiento de satélites de los Países Bajos que ha estudiado los restos de Kosmos 482 durante años, afirma que el reingreso del módulo podría producirse durante la segunda semana de mayo. ‘Como fue construido para soportar la dura atmósfera de Venus, hay una posibilidad real de que sobreviva la reentrada intacto’, explica Langbroek en una reciente publicación en su blog. Aunque el riesgo para la población es bajo, advirtió, no es nulo.
La misión fue lanzada el 31 de marzo de 1972 con el objetivo de enviar un módulo de aterrizaje a Venus. En los lanzamientos soviéticos, lo habitual era situar la misión en una órbita de estacionamiento. Esto es, una órbita en la que permanece de forma temporal el vehículo de lanzamiento antes de encender los motores para ingresar a la trayectoria final deseada.
Sin embargo, la nave no logró escapar de la órbita terrestre debido a un temporizador mal configurado que provocó que se desconectara prematuramente de la etapa superior Blok L del cohete Molniya, lo que hizo que no lograra abandonar la órbita terrestre en la que ha permanecido más de medio siglo. Desde 1962, Kosmos es el nombre que la Unión Soviética daba a sus naves orbitando la Tierra, fuera ese su propósito o no. Esta misión, que la Unión Soviética no reconoció en su momento, pasó a tener el nombre de Kosmos 482.
Tras el lanzamiento, la nave se separó en 4 partes. Dos, pequeñas, reingresaron a la atmósfera y cayeron sobre Ashburton, Nueva Zelanda, solo dos días después. El módulo de descenso, de unos 495 kilogramos, y la unidad de motor separada han permanecido en órbita desde entonces. Es la primera, cuyo nombre original es 3V número 671, la que está a punto de reentrar en la atmósfera.
¿Podría sobrevivir Kosmos 482 a su reentrada en la atmósfera?

‘Los riesgos involucrados no son particularmente altos, pero no son cero. Con una masa de poco menos de 500 kg y un tamaño de 1 metro, son similares a los del impacto de un meteorito’, indicó Langbroek.
Kosmos 482 fue diseñada para soportar la atmósfera extrema de Venus. Por ello, tiene una protección térmica reforzada, es capaz de soportar 300 G de aceleración y 100 atmósferas de presión. Esto ha despertado dudas sobre si será destruida o no durante el reingreso.
La sonda soviética es similar a Venera 8, lanzada pocos días antes, según informa Space.com. Esa nave espacial se convirtió en julio de 1972 en la segunda nave en aterrizar con éxito en la superficie de Venus. Transmitió datos desde la superficie infernal de Venus durante 50 minutos y 11 segundos antes de sucumbir a las duras condiciones planetarias.
En Venus, la temperatura de la superficie alcanza los 465 °C, la presión es 90 veces superior a la de la Tierra y la composición de la atmósfera es mayoritariamente de dióxido de carbono, con nubes densas de ácido sulfúrico, lo que la hace altamente corrosiva e inhabitable para cualquier tecnología o forma de vida terrestre.
Kosmos 482 tiene un paracaídas que le habría ayudado a controlar el descenso a través de la atmósfera superior de Venus, ‘pero no apostaría a que eso funcionara ahora, y supondría que, si sobrevive a la reentrada, caería con fuerza’, señala Langbroek.
En el modelo de reentrada que Langbroek ha desarrollado junto con su colega Dominic Dirkx usando TUDAT, un software de astrodinámica que posee la facultad aeroespacial de la Universidad Técnica de Delft, en la que trabaja, se espera que Kosmos alcance una velocidad final de 233 kilómetros por hora.
¿Cuándo y dónde caerá Kosmos 482?
Es difícil predecir con exactitud cuándo reingresará la nave. Langbroek estima que podría ocurrir en torno al 10 de mayo, aunque esta previsión se afinará conforme se acerque la fecha. La incertidumbre se debe en gran parte al aumento de la actividad solar, que está calentando y expandiendo la atmósfera terrestre, incrementando el rozamiento y acelerando la pérdida de altitud de los objetos en órbita.
También es complicado prever dónde podrían caer los restos que sobrevivan. La ubicación exacta dependerá del momento y lugar precisos en que la nave empiece a desintegrarse. En cualquier caso, el riesgo para zonas habitadas es bajo, ya que es más probable que los restos caigan en zonas remotas o en el océano. Si impactara en tierra firme, podría ofrecer información valiosa sobre la durabilidad de los materiales espaciales tras décadas en órbita.
No es la primera vez que se hacen predicciones sobre el reingreso de Kosmos 482. En 2018, el astrónomo ruso Pavel Shubin estimó que la nave caería entre 2023 y 2025. Análisis posteriores en 2019 y 2022 ajustaron esa ventana, situándola entre mediados de 2024 y mediados de 2027, con mayor probabilidad entre 2025 y 2026.
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