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Zuckerberg: «Es inevitable una regulación en internet y en redes sociales»

Los datos de Zuckerberg también fueron cedidos a Cambridge Analytica. Aún así, el fundador de Facebook defiende que son una plataforma abierta a nuevas ideas

El fundador de Facebook durante su segunda comparecencia, en el Congreso de Estados Unidos
El fundador de Facebook durante su segunda comparecencia, en el Congreso de Estados Unidoslarazon

Los datos de Zuckerberg también fueron cedidos a Cambridge Analytica. Aún así, el fundador de Facebook defiende que son una plataforma abierta a nuevas ideas.

El primer día fue relativamente fácil. El segundo, algo menos. Mark Zuckerberg, multimillonario, gurú, dueño y fundador de Facebook, acudió al Congreso para testificar por el escándalo de Cambridge Analytica, cuando la consultora que trabajó para la campaña de Trump reunió más de 86 millones de perfiles de Facebook sin la autorización de sus titulares. Y habló durante horas enfundado en el traje que solo saca a pasear en comisiones de investigación.

Entre tanto los analistas financieros hacían cábalas respecto a qué tal le iría en Wall Street. Si el primer día fue capaz de sortear las preguntas de los senadores con una mezcla de humildad y calma, si mezcló el gesto compungido y las reflexiones sobre el futuro de internet al tiempo que se abstenía de entrar en lo concreto, y si cabeceó en señal de asentimiento cada vez que alguien invocaba el espantajo de los «bots» controlados por Rusia, y si todo esto, más la patente incapacidad de los políticos para acorralarle, provocaron que Facebook subiera un 4% en bolsa, ayer fue distinto.

Entre las respuestas de Zuckerberg destaca la admisión de que Cambrigde Analytica habría recolectado sus propios datos personales sin consultarle. O el reconocimiento de que la red social recopila información de gente que no es usuaria. Por «motivos de seguridad», aclaró. O que esperan desarrollar inteligencia artificial capaz de supervisar contenidos. Algo que aparentemente ya hacen con bastante fiabilidad a la hora de espigar mensajes de organizaciones terroristas. O que tampoco esperemos milagros: el volumen diario de información, 2.000 millones de usuarios en todo el mundo, convierte en utópica la idea de un control absoluto.

«La importancia de internet está creciendo en las vidas de todo el mundo y es inevitable que tenga que haber regulación. Creo que debería haberla, pero hay que tener cuidado con el tipo que se establezca, ya que puede ser difícil que una pequeña compañía la cumpla», señaló Zuckerberg tras reconocer los fallos.

El consejero delegado de Facebook también rechazó que la empresa use micrófonos en los móviles para espiar conversaciones, una teoría conspirativa desestimada en varias ocasiones por los expertos. «No recolectamos información grabada de su smartphone», afirmó Zuckerberg, precisando que solo se recoge un audio cuando se publica un vídeo, pero que no lo utilizan para segmentar la publicidad.

Ayer, en fin, los senadores fueron mucho más contundentes. Más directos. Hubo piropos, pero también reproches. Muchos. Algunos demócratas, por ejemplo, preguntaron por la posibilidad de que Facebook favoreciera directamente al candidato Trump. Otros, republicanos, cuestionaron la posibilidad de que la empresa censure o recorte el discurso más conservador. Para todos, «no existe ninguna directiva en función de un sesgo. Por el contrario, nuestro objetivo es ser una plataforma [abierta] a todas las ideas». «No tenemos un discurso censor, solo nos centramos en localizar términos relacionados con, por ejemplo, el terrorismo», respondió Zuckerberg acerca de cómo utilizan los algoritmos para clasificar en contenido lícito e ilícito en su plataforma.

Al mismo tiempo, sostuvo que el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, que entra en vigor en mayo) «va a ser un paso muy positivo para internet».