La cantante Bebe saca su lado bandolero para protagonizar “Libertad”

“Libertad” es una historia de aventuras ambientada en la España de 1807. El reparto de la serie está encabezado por Bebe, quien interpreta a “La Llanera”. La cantante de “Malo” ya se puso delante de las cámaras en películas como “La educación de las hadas”. También participan Isak Ferriz, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria y Jason Fernández. Además, los actores Pedro Casablanc y Luis Callejo colaboran en la ficción interpretando a Don Anastasio y al Gobernador, respectivamente.

El rodaje de la serie se realizará en diversas localizaciones del centro de la Península: Madrid, Segovia, Cuenca y Guadalajara. Está previsto que los cinco episodios de 50 minutos que compondrán la ficción sean filmados en un periodo de 15 semanas.

El director, Enrique Urbizu, estará acompañado en este proyecto por profesionales de gran prestigio con los que ya había trabajado previamente: Unax Mendia (Director de Fotografía), Manuel Ludeña (Director de Arte), Patricia Monné (Figurinista), Eli Adánez y Sergio Pérez (Maquillaje y Peluquería), Licio Marcos de Oliveira (Sonido Directo) y Mario de Benito (encargado de componer la música de la serie).

Urbizu define la serie como “la historia de Lucía, «La llanera» y de su hijo Juan. Comienza con su puesta en libertad tras diecisiete años en presidio. Una vez fuera deberán luchar sin cuartel por hacerse dueños de sus destinos”.

La ficción se centra en la vida de una mujer apodada “La Llanera”, que sale de prisión tras 17 años. Durante su encierro, ha sido sentada todos los años en el garrote vil e indultada en el último momento. Su hijo Juan (Jason Fernández) nació en la celda y no conoce a su padre, el célebre bandolero “Lagartijo”(Xabier Deive). Madre e hijo intentarán vivir la libertad que tantos años les ha sido negada mientras son perseguidos por cuadrillas de bandoleros y escopeteros del Gobernador. “Lagartijo”, “Aceituno” (Isak Ferriz) y el Gobernador buscan a “La Llanera”, pero también se buscan entre sí. En la España del siglo XIX no hay sitio para todos, y mucho menos para traidores.