Sentencia
Mariló Montero habla sobre la sentencia de su topless: “Es muy doloroso todo el proceso”
Intervino en varios programas de algunas cadenas para explicar el caso y cómo se siente tras el fallo
Ayer Mariló Montero debía respirar aliviada tras conocer la sentencia que obligaba a los fotógrafos Diego Arrabal y Gustavo González a pagarle 265.000 euros por hacerle unas fotos en topless. Pero la periodista, que habló en varios medios de comunicación habló de que todo el proceso “es muy doloroso”. Se trata de la mayor indemnización de la historia de la justicia española por intromisión al honor y vulneración al derecho a la intimidad.
En su conexión en el programa “Cuatro al día” fue cuando explicó que ha sido un proceso muy difícil porque“además de los años de constante persecución y acoso de los paparazzi, han sido siete años de procedimiento judicial”. Aparte de lo que ella recibirá, una amiga con la que estuvo de vacaciones también recibirá una indemnización. La sentencia afortunadamente demuestra que ellas “las que tenían razón” y confesó que todo aquello les “ha afectado mentalmente”.
Montero también quiso aclarar que “si es una indemnización histórica es porque han cometido muchos delitos”. Aunque luego matizó que no era tanto por la cantidad de dinero que no era “tanto” por todos los delitos que aclaraba, “habían cometido”, ya que la perseguían “de forma continuada”, y asqueada contó como la llegaron a llamar “para decirme que había risas y carcajadas cuando describían las fotografías. Eso era humillante”.
Mariló Montero también intervino en directo en el programa de laSexta “Más vale tarde” para explicar su estado anímico y relató cómo habían grabado dentro de su propio bungalow, “dentro de una propiedad privada”.
Además, quiso incidir en la otra cuestión que se abordó en aquel momento y fue, como cuenta la periodista que “todos los medios empezaron a especular sobre mi condición sexual, que es anticonstitucional”. Tras pedir medidas cautelares al conocer la existencia de las fotos, “trataron de empezar a decir que yo estaba secuestrando las fotografías porque yo no viajaba con un hombre, viajaba con una mujer”.
Terminó su alegato rebatiendo la defensa de los fotógrafos de estar en un sitio público: “Estoy en topless dentro de mi bungalow. Estoy en una propiedad privada que tú pagas en un hotel y la habitación se convierte en una propiedad privada, en tu domicilio, por lo tanto ellos están haciendo fotografías dentro de mi casa”, Apostilló que aquello hubiese sucedido en Estados Unidos lo que habría recibido serían millones.
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