35 años

“Amar es para siempre” y “Tu cara me suena” reinan entre 64 rivales

El público de Antena 3 ha elegido sus formatos favoritos de siempre: una serie diaria que marcó una época y un talent que sigue en plena forma

“Amar es para siempre” y “Tu carame suena” reinan entre 64 rivales
“Amar es para siempre” y “Tu cara me suena” reinan entre 64 rivalesAtresmedia

La nostalgia tiene nombre propio. Y también franja horaria. Después de una batalla simbólica entre algunos de los títulos más reconocibles de la historia de Antena 3, ya hay veredicto: “Amar es para siempre” y “Tu cara me suena” se han coronado como los formatos favoritos de los espectadores de la cadena. Una serie de sobremesa que marcó una época y un programa de imitaciones que todavía da guerra. Dos estilos muy distintos, un mismo resultado: permanencia, recuerdo y cariño.

La votación se lanzó con motivo del 35 aniversario del canal, y no fue precisamente un paseo por el parque: 32 series y 32 programas compitieron durante semanas por ganarse el favor del público. Lo que empezó como una acción de aniversario acabó como una declaración de intenciones. Porque los espectadores, cuando se les da voz, hablan claro.

“Amar es para siempre” no solo ha sido una serie longeva —doce temporadas, once años en emisión—, sino que ha logrado lo más difícil: volverse cotidiana sin volverse invisible. Manolita, Marcelino, Pelayo… nombres que acabaron siendo parte del paisaje emocional de toda una generación. No por casualidad la serie se despidió este mismo año con un episodio especial en prime time. Y como guinda, el Premio ALMA 2024 al Mejor Guion de serie diaria. Lo que se dice irse por la puerta grande.

En el otro frente, “Tu cara me suena” sigue más vivo que nunca. Desde 2011, el programa ha logrado esquivar el desgaste que suelen sufrir los talent shows a base de reinvención, fichajes inteligentes y momentos virales sin caer en la trampa del artificio. Cada edición es una nueva combinación de espectáculo y cercanía. Y aunque su estructura apenas ha variado, siempre parece nueva. En parte porque se permite jugar consigo misma, y en parte porque el casting (sí, también el de imitadores accidentales) siempre da juego.

Ambos ganadores tienen algo en común: han sabido instalarse en la vida del espectador sin hacerse pesados. Lo suyo no es el “boom” de una temporada, ni el hype efervescente, sino la confianza ganada a base de años. Y en televisión, donde las modas duran lo que un anuncio de yogures, eso es decir mucho.

Quienes se quedaron por el camino no fueron precisamente formatos de segunda. De hecho, lo que sorprende de esta batalla es el nivel medio: series como “El Internado”, “Física o Química” o “Los Hombres de Paco”; programas como “Password”, “¡Boom!” o “¿Quién quiere ser millonario?” pusieron las cosas difíciles. Pero no lograron desbancar a los que ya estaban en la memoria colectiva.

Esta elección por parte del público tiene algo de ejercicio emocional. Votar por tu serie o tu programa favorito de los últimos 35 años es, en el fondo, repasar tu propia vida: lo que veías mientras comías, lo que comentabas con tu madre, lo que ponías para desconectar. Por eso no sorprende que los dos ganadores no hayan sido títulos de nicho ni propuestas experimentales, sino formatos que acompañaron.

Y sí, es verdad que la televisión ya no es la de antes. Que las plataformas, los streamings y los algoritmos han cambiado las reglas del juego. Pero estas votaciones nos recuerdan que hay un tipo de tele que sigue funcionando: la que hace compañía, la que se gana un hueco en la rutina, la que puedes recomendar sin miedo. La que, simplemente, está.

El aniversario de Antena 3 no solo sirvió para repasar momentos, lanzar trivias y desempolvar archivos. Sirvió para algo más importante: confirmar que, aunque el consumo cambie, la conexión emocional sigue siendo clave. Y que si hoy alguien recuerda con cariño un formato, probablemente es porque lo compartió. Con familia, con amigos, o con uno mismo.