25 Aniversario de LA RAZÓN

Carlos Alsina: «Hay oyentes que por la calle me dan ideas para mi siguiente monólogo»

El veterano locutor y director de «Más de uno» realizó el programa de este lunes en la sede de LA RAZÓN

Estamos acostumbrados a que su voz nos despierte y nos tenga informados todos los días de la semana a través de «Mas de uno» en Onda Cero y que sus monólogos nos hagan reflexionar sobre la actualidad. Este lunes la emisión del programa tuvo lugar desde la sede de LA RAZÓN-

Lleva usted una racha de premios de periodismo y comunicación envidiable. ¿Significan algo para usted cuando le suena el despertador de madrugada? ¿Son un aliciente o un peaje que tiene que pagar por ser un referente informativo y de entretenimiento?

Cada vez que me dan un premio me recuerdo a mí mismo lo mucho que he tardado en merecerlo. El despertador es implacable. Pero no es el peaje por ser un referente de nada, es el peaje por empezar los programas matinales tan temprano. ¡Oyentes, amanezcan ustedes más tarde y dormiremos, así, más los presentadores!

Es usted un hombre discreto ¿Le reconocer por la calle? ¿Le comentan en el súper o en la gasolinera su último monólogo? ¿Alguna anécdota?

La mía es una popularidad limitada, acotada a la parte pública de mi trabajo, muy alejada de la servidumbre de la fama. Y así procuro que siga siendo. Los oyentes que me reconocen en la calle son respetuosos. Más que comentarme el último monólogo me dan ideas para el siguiente. ¿Anécdotas? En ocasiones se hacen un lío entre Carlos...

-¿A qué hora empiezan a nacer sus monólogos? ¿Ha llegado alguna vez medio en blanco al famoso «Alsina, ¿qué hora es?»?

Yo hago horario vespertino de periódico. El monólogo nace a última hora del día, como si tuviera que entregar antes del cierre, y termina de afinarse a primera hora. El primer día de «Más de uno» olvidé los textos en casa. Todo el programa lo hice medio en blanco, y así salió. Fue un debut espantoso.

-Todo el mundo habla de la Inteligencia Artificial. ¿Siente que su trabajo –y el de periodista y locutores– está amenazado?

Sin duda. La IA podrá absorber los cuatro mil quinientos monólogos que –calculo– habré hecho en los últimos 19 años y replicará no sólo mi voz, sino mi forma de pensar, de exponer y de opinar. Será capaz de interpretar acontecimientos que nadie previó exactamente como lo haría yo. Urge que resolvamos cómo seguir ganándonos la vida con esto cuando los replicantes nos desbanquen.

¿Para cuándo la radio hecha por IA?

No se lo digas a nadie, pero ya existe esa radio.

-¿Le veremos alguna vez presentando un programa de televisión? No es un medio en el que se prodigue mucho.

Lo dudo mucho. En televisión me siento muy incómodo, como sabe cualquier espectador que me haya visto un minuto. Sólo la disfruto como espectador. Pero nunca digas «de esta agua no beberé» por si alguna vez te quedas sin grifo, o sea, sin micrófono.