Centenarios

Duelo histórico en "Pasapalabra"

La tarde de Antena 3 se dispara gracias al enfrentamiento entre Manu y Rosa, dos concursantes centenarios que han devuelto al programa su máximo esplendor

El bote de 'Pasapalabra' roza los 1,5 millones de € sin un ganador claro
El bote de 'Pasapalabra' roza los 1,5 millones de € sin un ganador claroAntena 3

Atresmedia vive con "Pasapalabra" uno de esos momentos que definen la historia de un programa. La televisión, tantas veces imprevisible, ha encontrado en Manu Pascual y Rosa Rodríguez la combinación perfecta para construir un duelo que no solo emociona por lo que sucede en pantalla, sino por todo lo que representa. Cien enfrentamientos consecutivos. Un dato que por sí solo ya basta para dimensionar lo excepcional del momento, pero que gana aún más peso cuando se observa la forma en la que ha llegado hasta aquí. Con calma, constancia y una relación de mutuo respeto que ha hecho del concurso un espacio de competitividad sana, elegante y profundamente televisiva.

La última vez que "Pasapalabra" vivió algo similar fue en 2023, cuando Orestes Barbero y Rafa Castaño convirtieron sus enfrentamientos en un fenómeno transversal. Ahora, más de un año después, el espíritu de aquel duelo regresa con nuevos protagonistas y con una narrativa igual de potente. Rosa acaba de entrar en el exclusivo Club de los 100, un espacio simbólico reservado para quienes alcanzan esa cifra sin interrupciones. La primera mujer en lograrlo. Su presencia es tan tranquila como precisa, y con una progresión que ha sorprendido incluso a ella misma. "Me sentía muy novata", confesaba en una reciente entrevista, dejando entrever que solo en las últimas semanas ha empezado a creerse el lugar que ocupa.

La dimensión de Rosa va más allá de los datos. Su forma de enfrentar cada rosco, su capacidad de concentración y su templanza han conquistado al público. Ni siquiera haber llegado 100 veces a la prueba final le ha quitado los nervios. “Hay días que más y días que menos”, admite con naturalidad. Su meta, como la de todos, es el bote, pero no vive con ansiedad ese objetivo. De hecho, aún no ha firmado un rosco de 24 aciertos. "No se me da", bromea, recordando cómo Óscar Díaz, uno de los grandes nombres del concurso, pasó directamente del 23 al 25.

Enfrente, Manu Pascual no necesita presentación. A punto de cumplir un año en el programa, el madrileño ha superado ya los 230 programas, y ha escalado hasta el cuarto lugar entre los concursantes más longevos de la historia. Es, además, el segundo en superar los 200 programas sin llevarse el bote, algo que no solo demuestra su resistencia, sino también su convicción. Manu ha crecido en directo, ha ganado confianza, ha hecho bromas, ha recitado poemas y hasta se ha animado a bailar reguetón con Roberto Leal, con quien ha establecido una complicidad visible. Su trayectoria es la de un concursante en constante evolución. “Nunca paro de aprender, y eso es lo bonito también”, dice.

Este equilibrio entre dos perfiles tan distintos ha funcionado de manera impecable. Rosa, metódica y serena. Manu, intenso y disciplinado. Ambos, extremadamente respetuosos y conscientes de que su duelo no es solo un reto personal, sino un regalo para el programa. De hecho, Roberto Leal lo ha dicho abiertamente: "Rosa es una concursante de 10. Ha hecho mejor a Manu". Y el propio Manu lo confirma. “Es mi gran rival. Me obliga a seguir dándolo todo”.

Las audiencias confirman este momento dulce. La semana del 7 al 11 de abril marcó una racha de récords consecutivos, con un 20,4 % de cuota el viernes 11, su mejor dato en casi un año. De media, "Pasapalabra" congregó a más de 1,7 millones de espectadores diarios, y alcanzó a más de 3,4 millones de personas en algún momento. Este éxito también se ha reflejado en el informativo de prime time de Vicente Vallés, que se beneficia directamente del empuje del concurso. La sinergia es total.

A nivel de estadísticas, Manu mantiene una clara ventaja: 48 victorias frente a Rosa, 27 derrotas y 26 empates. Rosa, por su parte, ha asegurado 48.000 euros, mientras que Manu roza los 150.000. Aun así, el bote sigue siendo esquivo. Él ha estado cuatro veces a una sola palabra. Ella, aún no. Pero ninguno de los dos vive pendiente del dinero. Lo que les une es el espíritu de superación.

"Pasapalabra" ha encontrado en este tándem una forma de revitalizarse sin necesidad de grandes giros. La esencia del formato está intacta: preguntas, letras, inteligencia y carisma. No hacen falta artificios cuando el talento se impone. Y lo cierto es que este duelo, además de histórico, es profundamente humano. Porque detrás de cada letra, hay una historia que crece día a día, sin estridencias, pero con la intensidad suficiente para que medio país quiera sentarse frente al televisor solo para ver cómo acaba el rosco. Esa es la verdadera magia de la televisión.

Roberto Leal, testigo de una rivalidad única

El presentador ha seguido de cerca cada paso de Rosa y Manu, pero también ha sido testigo privilegiado de cómo el plató ha cambiado con ellos. El presentador valora especialmente la forma en la que ambos han aportado equilibrio y emoción, sin perder nunca el respeto ni la deportividad. En su opinión, lo que se vive en cada rosco no es solo competición, sino un ejemplo televisivo de cómo se puede construir tensión desde la calma y el rigor. Más allá del espectáculo, lo que destaca es la admiración mutua y la complicidad compartida con quien cada día marca el ritmo de "Pasapalabra". Ha sido «una experiencia enriquecedora y muy humana», declaró.