
Recuerdos
Rafa Nadal no pudo salvar a Ben Stiller de ser humillado por una niña de 8 años al tenis
Juan Martín Del Potro, que también participó en ese partido, se ha pronunciado recientemente comentando que fue un "lindo recuerdo"

A pesar de ser el mejor tenista de la historia en tierra batida y monarca absoluto de Roland Garros, Rafael Nadal no pudo evitar la deshonra que supuso para Ben Stiller, admirador acérrimo del tenista balear, ser apabullado por una joven de tan solo 8 años durante un encuentro de exhibición en el Madison Square Garden de Nueva York en el año 2013, con el argentino Juan Martín Del Potro al otro lado de la pista, que recordó en la tarde de ayer esta anécdota con un comentario jocoso en sus redes sociales.
No fue su mejor partido
El director de 'Severance', ha contado varias veces esta curiosa anécdota que volvió a la palestra en redes sociales al ser publicada ayer por el usuario @doctorfrusna en X, logrando la interacción de Del Potro, que sí salió bien para de ese peloteo entre él, Nadal, Stiller y la joven de ocho años. El video en esta ocasión se debe a la vez que el actor neoyorquino espetó la historia en el show de Jimmy Fallon.
Durante un evento especial por el Día Internacional del Tenis celebrado en el Madison Square Garden en 2013, Ben Stiller vivió una experiencia inolvidable… y algo humillante. Invitado por Rafael Nadal a sumarse a un improvisado partido de dobles en plena exhibición ante miles de espectadores, el actor subió a la pista con ropa de calle (“irónicamente, siempre llevo zapatillas de tenis y esa noche fui con botas de cuero”, recordó) y sin experiencia real en el deporte. Su rival: una niña de ocho años, elegida por Juan Martín del Potro como compañera. “Me moría por dentro”, confesó Stiller, “sabía que no podía tirarle un winner porque me odiarían, pero tampoco tenía la técnica para aguantar un peloteo”. El resultado fue cómico y desastroso: falló cuatro veces seguidas ante las devoluciones impecables de la pequeña, mientras el estadio lo miraba con una mezcla de risa y compasión. “No podía mirar a Nadal, ni a mi esposa, ni a nadie”, relató. Años después, entre risas, aseguró: “Ahora estoy preparado por si me eligen otra vez. Y quiero la revancha. Esa niña era demasiado buena… creo que era una doble”, finalizó de forma irónica su anécdota.
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