Bass Reeves, de esclavo a justiciero

Normalmente las series, en su afán de cautivar al espectador desde el primer instante, recurren a escenas de apertura impactantes. Algo que el director Taylor Sheridan ha convertido prácticamente en su sello, advirtiendo de manera violenta que el viaje que está por emprenderse será difícil, arriesgado y emocionante. En el caso específico de «Lawmen: Bass Reeves», es escalofriante. La secuencia inicial nos traslada a un momento crucial de la historia estadounidense, 1862, en plena Guerra de Secesión. Aquí, Bass Reeves, interpretado magistralmente por David Oyelowo, se enfrenta a una masacre frenética y sangrienta que establece el tono inquietante de la narrativa.

Este primer episodio podría ser etiquetado como un western de horror, explorando peligros, destrucción y una tensión palpable. Desde la impactante batalla inicial hasta un juego de cartas posterior, donde Reeves, visiblemente tembloroso, parece enfrentarse a un demonio en busca de su libertad, la serie logra mantener la tortura en la tensión de manera constante, con la ayuda de una banda sonora única, creada por Chanda Dancy, y la intensa vulnerabilidad del personaje interpretado por Oyelowo.

A pesar de que Reeves se convertirá en uno de los agentes de la ley más legendarios de todos los tiempos, el espectador no tiene esta certeza desde el principio. El primer vistazo a este personaje nos lo muestra como un esclavo, bajo la autoridad de un Mayor del Ejército Confederado. Oyelowo capta de manera magistral la esencia de Reeves, un hombre pequeño y disminuido emocional y físicamente por su posición.

El segundo episodio nos revela un atisbo del verdadero Reeves, aunque su ascenso para convertirse en Sheriff, el primero negro en alcanzar ese cargo, es un proceso gradual. El papel de agente de ley no se le otorga hasta el tercer episodio, aparentemente más tarde en el desarrollo de la historia del héroe. No obstante, esta elección narrativa resulta funcional. La actuación desgarradora de Oyelowo en los primeros episodios es vital para transmitir el crecimiento necesario en Reeves y entender la verdadera importancia de su legado.

Cuando Reeves asume seriamente su papel de Sheriff, se presenta como un hombre nuevo. Su destreza con pistolas y rifles es incomparable, pero su verdadero poder radica en su habilidad para hablar, escuchar y pensar. Oyelowo retrata a Reeves como un hombre astuto y sensible, sin presentarlo como más débil o más ingenuo que sus homólogos, simplemente más inteligente y reflexivo. Su actuación sigue siendo el aspecto más fascinante de «Lawmen: Bass Reeves», asegurándose de que los espectadores regresen con entusiasmo cada semana.

La serie, por naturaleza, es violenta y, a la vez, sorprendentemente hermosa. Los mejores westerns, tanto en la pantalla grande como en la pequeña, capturan la esencia de un mundo que, aunque más pequeño en aquel entonces, se percibía como vasto e imponente. Esa sensación se refleja perfectamente en «Lawmen: Bass Reeves» a través de amplios planos de paisajes dorados, enormes praderas plagadas de mandas de bisontes y cielos nocturnos iluminados únicamente por fogatas, evocando la inmensidad de aquel entorno.

Aunque la acción es elegante, en algunos momentos puede parecer escasa para compensar la lentitud en ciertas escenas. Sin embargo, el trasfondo histórico se mantiene auténtico, fielmente detallado. Es verdad que la primera vez que Reeves escucha la oferta de convertirse en Sheriff resulta extraña y ciertos momentos podrían beneficiarse de un mayor peso dramático, pero lo que le falta en impacto y ritmo se compensa con la rica atmósfera y profundidad de los personajes.

Además, resulta intrigante que la serie se centre en una figura pionera y tan compleja, al mismo tiempo que evita explorar muchos aspectos interesantes de su vida. En este caso, una representación literal de la vida de un esclavo fugitivo que se convierte en Sheriff de los Estados Unidos. La narrativa de Taylor Sheridan opta por un enfoque mínimo sobre cuestiones de raza o moralidad, algo que puede parecer inusual hoy en día. No obstante, esta elección se convierte en la originalidad de la serie, presentándola como un retrato auténtico de la época, donde no se cuestionaban estas circunstancias, sino que se padecían y sobrevivía con ellas.

Desde el 18 de diciembre, «Lawmen: Bass Reeves» está disponible exclusivamente en SkyShowtime, con nuevos episodios que se lanzan cada lunes hasta completar los ocho de la temporada. Además, la serie marca el inicio de una saga, con futuras versiones que explorarán las historias de otros legendarios agentes de la ley y forajidos que han dejado una marca imborrable en la historia.

Se suman Donald Sutherland y Dennis Quaid

►«Lawmen: Bass Reeves» está protagonizada por el productor ejecutivo y nominado a un Emmy David Oyelowo, Lauren E. Banks, Demi Singleton, Forrest Goodluck, Barry Pepper, el ganador de un Oscar honorífico Donald Sutherland y el nominado a un Emmy Dennis Quaid. Además, el productor ejecutivo es el nominado al Oscar Taylor Sheridan y ha sido creada por el productor ejecutivo y showrunner Chad Feehan. El reparto incluye a Joaquina Kalukango, Lonnie Chavis, Grantham Coleman, Tosin Morohunfola, Dale Dickey, Rob Morgan, Ryan O’Nan, Margot Bingham, Mo Brings Plenty, Justin Hurtt-Dunkley y Bill Dawes.