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Copa Davis

Nadal, imponente, rescata a España

El número uno derrota a Schwartzman en dos sets: 6-1 y 6-2. La eliminatoria ante Argentina se decidirá en el doble

España / Argentina
Nadal ejecuta un saque en su partido ante SchwartzmanKiko HuescaEFE

El tenis español es Rafa Nadal. Guste o no, la realidad es que el resto, salvo Djokovic y Federer, está a muchos, muchísimos cuerpos de distancia. Y por eso Rafa tuvo que aparecer para evitar que España se quedara fuera de la nueva Copa Davis en cuartos de final ante Argentina. Nadal equilibró la derrota de Carreño con un partido tremendo ante Diego Schwartzman. Lo fundió por 6-1 y 6-2 en 60 minutos. Al cierre de esta edición estaba pendiente la resolución del decisivo partido de dobles para conocer quién accedía a semifinales.

«El Peque» fue más pequeño que nunca por culpa del número uno del mundo. Nadal apareció como un cohete. Sacó el martillo pilón y el partido fue un pim pam pum de golpes ganadores del español. Al argentino le faltó pedir permiso al juez de silla para situarse detrás de uno de los relojes y dejar que la tempestad amainara. Lo de Rafa fue una tormenta perfecta, una búsqueda pertinaz de las líneas en cada uno de sus golpes. Su gesto lo decía todo. Rafa estaba todavía más concentrado que Nadal. En apenas ocho minutos se había apuntado los tres primeros juegos. Como si el español hubiera decidido no ser fiel a su juego pausado, rítmico, ordenado. Fue una trituradora. El mejor Nadal «indoor» de la temporada. Deslizándose por la pista, como si estuviera calentando para el partido de dobles.

Schwartzman miraba a Gastón Gaudio buscando algún consejo para detener el ciclón que tenía enfrente. A Bruguera no le hacía falta decir nada. Rafa lo pegaba todo y casi todo terminaba dentro. Era un potro desbocado que en 26 minutos se había apuntado el primer set.

Como si tuviera prisa, faltando a su costumbre de sets casi siempre cercanos a la hora, Nadal no frenó. Logró un break en el tercer juego e hizo enmudecer a la animosa parroquia argentina. Como si tuviera prisa por llegar cuanto antes al partido de dobles. Después de ocho victorias y ninguna derrota ante Schwartzman, en la nueva Davis llegó la novena.