Feria de Bilbao

Presentaciones de distinto rango

El debutante murciano Filiberto hizo lo mejor en el arranque del ciclo estival valenciano

Pase de pecho de Filiberto al utrero de López Gibaja
Pase de pecho de Filiberto al utrero de López Gibajalarazon

Valencia. Primera de la Feria de Julio. Se lidiaron novillos de López Gibaja, desiguales de presencia y buen juego en conjunto. Un cuarto de entrada.

Fernando Beltrán, de verde parra y oro, dos pinchazos, estocada (silencio); dos estocadas, descabello, aviso (silencio). Filiberto, de purísima y oro, media, cuatro descabellos, aviso (saludos); media (dos vueltas al ruedo). El Gallo, de violeta y oro, tres pinchazos, metisaca, descabello, aviso (silencio), estocada casi entera (vuelta al ruedo).

Entre las cuadrillas, destacaron los toreros de plata El Sirio, Raúl Martí y Pascual Mellinas.

Arrancó ayer la Feria de Julio con un festejo de presentaciones y debuts. El primero, el del ganadero. Antonio López Gibaja lidió por primera vez en Valencia y para la ocasión escogió seis novillos de desigual presentación pero, en conjunto, aprovechables y de buen juego. Noble y manejable el primero, muy dulce. Manso en los primeros tercios el segundo pero embestidor en la muleta. Bravo en varas el tercero, se apagó antes en el último tercio. Manso y suelto en varas el cuarto, también con genio. El quinto fue de caballo a caballo pero acabó repetidor y a más y manso y manejable el sexto.

También debutó con picadores Aitor Darío "El Gallo", alumno de la Escuela de Tauromaquia local, que se lució al veroniquear a su primer utrero, "Cañito"de nombre, pero que acabó desarmado en su recibo. No acertó a colocarse en su faena y su labor quedó un tanto apagada y sin especial relieve. Mató, además, tarde y mal. Al sexto, muy a su aire y sin gran entrega, le sacó un trasteo irregular y sin hilazón. La voluntad y la estocada final fueron lo más destacado.

Además, hizo su presentación en el coso de Monleón el murciano Filiberto, mucho más hecho y puesto. Le pudo al segundo de cabo a rabo, toreando con temple y dominio en un trasteo que estropeó con la espada. Sí acertó con el acero al matar al quinto, pero el palco no consideró suficiente lo hecho, viendo premiada con la doble vuelta al ruedo una faena en la que dejó patente su capacidad y capcitación, llevando muy toreado a su oponente y evidenciando valor, diposición y saber qué lleva entre manos.

Fernando Beltrán no acabó de aprovechar la bondad de su primero, un tanto desangelado y sin las ideas claras, tardando también mucho con los estoques.y no se acopló en ningún momento con el más violento cuarto, pese a sus ganas y denodado esfuerzo..