Economía

Presupuestos a cambio de nada

GRAF5475. MADRID, 15/12/2020.- El senador del Partido Popular Antonio Alarcó Hernández interviene durante el pleno celebrado en el Senado para debatir sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, este martes. EFE/ Zipi
GRAF5475. MADRID, 15/12/2020.- El senador del Partido Popular Antonio Alarcó Hernández interviene durante el pleno celebrado en el Senado para debatir sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, este martes. EFE/ ZipiZipiEFE

Dice la parte socialista del Gobierno que en nada se ha cedido ante separatas y bildutarras como consecuencia del apoyo de éstos a los presupuestos. Vamos, que unos y otros ayudan  porque quieren, sin mediar negociación ni cesión alguna, sólo por amor a la causa de la izquierda, pero sin que Sánchez haya tenido que tirar de chequera ni hacer concesiones de ningún tipo. O sea, by-the-face.

El problema de Ábalos y de Adriana Lastra, egregios defensores de la tesis anterior, es que tienen tanta credibilidad como su jefe cuando afirmaba que jamás pactaría con Bilbu ni haría cesiones al independentismo catalán. La realidad ya constatada es que para poder apoyar estos Presupuestos se da a cada uno lo que pide, con generosidad pasmosa. A ERC, una lluvia de millones, la más grande recibida por Cataluña en lo que va de siglo, en detrimento de otras regiones. Y el levantamiento del control financiero del Estado a la Generalitat. Y la marginación del castellano como lengua vehicular. Y atenuar la sedición con el blanqueamiento a los condenados del procés aventurando sus indultos. Y la persecución a la Comunidad de Madrid bajo el pretexto de la armonización fiscal.

Igual que a los bildutarras. No se les ha dado nada, dicen, si exceptuamos, claro, la desmilitarización del cuartel de Loyola, el acercamiento de presos con delitos de sangre, la normalización política de Otegi, y la catalogación a Bildu como miembro de ese Ente al que Pablo Iglesias atribuye “la dirección política del Estado”.

No digamos ya nada a Podemos, que aparte de conservar la Vicepresidencia y cuatro Ministerios, recibe el visto bueno de hecho a casi todo lo que pide, permitiéndose que insulte a los jueces, ataque al jefe del Estado, cuestione la Monarquía y propugne cada día el advenimiento de la República.