Jordi Cruz

Tamara Falcó no se ve en otra vida como “una langosta”

La joven dice que en matar a un insecto “hay algo muy espiritual” en matar un bicho porque “te da su energía”

Tamara Falcón en “MasterChef Celebrity”
Tamara Falcón en “MasterChef Celebrity”larazon

Da igual que cocine bien o no, lo que importa son las perlas que suelta en cada entrega del “talent”. Tamara Falcó es conocida por sus carismáticas intervenciones, su peculiar humor y la innegable ternura que desprende. Por estos y otros motivos, la hija de Isabel Preysler se ha convertido en una de las concursantes más queridas y apoyadas de “MasterChef Celebrity 4”.

Durante esta cuarta edición del concurso culinario, la empresaria nos ha dejado momentos memorables que han colmado las redes de risas y alguna que otra crítica, no obstante, su sencillez sigue conquistando las pantallas y a los espectadores que se encuentran tras ellas.

"No creo que me reencarne en una langosta, es lo bueno de ser católica. Yo me muero, un poco de purgatorio y a lo mejor al cielo", así reaccionaba Falcó ante la propuesta del chef Jordi Cruz durante una de las pruebas del programa de La 1. El barcelonés instó a los participantes a matar, desmenuzar, presentar y manipular una pieza de crustáceo, hecho que suscitó diferentes reacciones entre los famosos. Iban desde los gestos, los gritos y las caras de incredulidad hasta la inesperada respuesta de Falcó, que quien haciendo alusión a sus creencias, dejaba claro que ella no tenía ningún problema para realizar dicha prueba.

Ante la mirada perpleja de los presentes del plató, la concursante proseguía: “No todo depende de la reencarnación", pero existe "algo muy espiritual"en el acto de matar un bicho: "Que el insecto te dé su energía". Una idea que complementaba con la afirmación de que los seres humanos se encontraban en la cúspide de la pirámide y que gracias a ello, no temía a acceder a la proposición del miembro del jurado.

Tal es su vocación, que aprovechó para recordar su intención en ingresar en un convento, hace ya algunos años: "Estuve visitando un montón de conventos y no encontré mi sitio. Creo que Cristo no me llama por ahí", concluía Falcó. Una anécdota más del programa que terminó con la expulsión de Los Chunguitos, los cuales tomaron la decisión de abandonar el concurso tal y como acostumbran a hacerlo todo: juntos.