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Jorge Brazalez: «Nunca me he sentido explotado en ‘‘masterchef’’»

El ex futbolista Jorge gana la quinta edición del «talent» gastronómico

El ganador de «Masterchef» muestra su alegría tras ganar el concurso
El ganador de «Masterchef» muestra su alegría tras ganar el concursolarazon

El ex futbolista Jorge gana la quinta edición del «talent» gastronómico.

Si algún poso le queda a Jorge de su pasado como futbolista –debutó cuando tenía 15 años en el Atlético de Madrid– es la capacidad para regatear. Cuando se le pregunta sobre la pifia del vídeo promocional que emitió TVE de la final de «Masterchef», por el que muchos espectadores dedujeron quién iba a ser el ganador, se saca de la manga un desmarque digno de Ronaldo: «No me preguntaron mucho, pero a los que lo hicieron les contesté: ‘‘Será una estrategia para darle más publicidad a la final», afirma. A propósito de su condición de «titularísimo», como califica el entrenador Pellegrini a los jugadores llamados a triunfar, otro autopase para escabullirse: «Puede que lo pensasen, pero no creo que la audiencia lo tuviese tan claro si se tiene en cuenta que en el minuto de oro del programa, cuando estábamos compitiendo los finalistas, logró una audiencia del 49,8 por ciento de cuota de pantalla, eso querrá decir que no estaba todo tan decidido». Desde el 21 de abril, día en el que el espacio terminó de rodarse, se ha tenido que morder la lengua para no contarle a su entorno que tenía su primer galardón en la estantería de su casa. Reconoce que ha sido difícil, «pero hacerlo público sería arruinar el trabajo que realizaron durante meses la productora y la cadena. No era justo».

Exigencia máxima

Desde el miércoles se puede afirmar que Jorge es el ganador de la quinta edición de «Masterchef» al imponerse a su amigo Nathan y a Edurne con el añadido de que el chef francés Joël Robuchon (31 estrellas Michelin) también tenía voz y voto. «Por supuesto que añade más presión, pero estábamos en la prueba definitiva, por lo que el nivel de exigencia era máximo», explica. Él lo solventó con su mayor patrimonio gastronómico, la intuición. Así, marcó la diferencia con un gazpacho de chirimoyas del que Robuchon afirmó: «Es un plato moderno que se podría servir hoy en día en un restaurante». La cata continuó con un cordero Al-Andalus y culminó con el postre «el beso de Jorge», algo que muchas féminas desearían pero que, por ahora, solo son patrimonio de Miri, una de las concursantes. A Jorge no le gusta que se les ponga la etiqueta de novios porque «por ahora es una amistad especial, cuando coincides, y más aún en un concurso, con alguien que te atrae únicamente te puedes sentir afortunado porque vives momentos especiales. Nos seguimos viendo».

Esta edición ha sido una fuente de polémicas. Una de ellas es que los participantes convivían durante tres meses en una casa y les explotaban. Jorge niega la mayor: «Quien lo haya dicho miente. Al entrar firmamos unas condiciones libremente y todos sabíamos que estábamos en el concurso más duro del mundo. Lo que no puede ser es que se salga del ‘‘talent’’ y criticarlo. No me he sentido explotado; al revés, la organización te da mucho más de lo que ofrecemos nosotros. El método de trabajo era normal: recibíamos clases, luego grabábamos en exteriores y en el plató y estudiábamos». Su destino durante los próximos meses ya está escrito, en septiembre empieza el curso en el Basque Culinary Center y lo siguiente será montar un restaurante con platos «auténticos», como él.