Ocho bibliotecas únicas para celebrar el día del libro

Biblioteca Clementium, República Checa

La tierra Franz Kafka y Milan Kundera acoge cientos de escritores y literatos del más alto nivel. Es la República Checa un país creado por palabras. La Biblioteca Clementium de Praga, de un hermoso estilo barroco y cubierta por hermosos frescos de Jan Hiebl, tiene sus orígenes en el siglo XI, cuando apenas se trataba de una pequeña capilla en honor a San Clemente (de aquí deriva su nombre). Lentamente, se transformó en la más importante universidad del país, además de haber sido durante años el tercer colegio jesuita más grande del mundo. Actualmente alberga más de 20.000 ejemplares, y el propio Jorge Luis Borges la utilizó de inspiración para su relato El milagro secreto.

Biblioteca de José Vasconcelos, México

Construida en 2006, esta descomunal biblioteca en México DF alberga más de 600.000 ejemplares en sus estanterías infinitas. Costó 98 millones de dólares americanos y su construcción causó un gran revuelo en todas las capas sociales del México, ya que semejante gasto se podría haber destinado a construir bibliotecas más pequeñas por todo el país. Las prisas por inaugurarla terminaron por presentar numerosos fallos, filtraciones de agua en las instalaciones, errores en las colocaciones del mármol… Tuvo que cerrar en 2007 para efectuar los arreglos, y una vez reabierta se ganó un puesto en esta lista. Un detalle es que contiene una sala de Braille para lectores invidentes.

Biblioteca de la Abadía de Admont, Austria

Construida en 1776, es hasta la fecha la biblioteca monacal más grande del mundo, con 70 metros de largo por 14 de ancho, y 200.000 libros que muestran la evolución de la literatura a lo largo de la Historia. Pero su mayor atracción son los frescos de Bartolomeo Altomonte, repartidos en siete cúpulas y representando las diferentes etapas del conocimiento humano, hasta culminar en la revelación divina. En sus detalladas estanterías se guardan además 530 incunables (todo manuscrito escrito durante el siglo XV), una preciada colección que llegó a alcanzar los 900 ejemplares en los inicios de la biblioteca.

Templo de Haensia, Corea del Sur

El templo fue construido a principios del siglo IX como agradecimiento del rey Aejang después de que dos monjes budistas curasen a su esposa de una misteriosa enfermedad. Aquí se guardan, como destellos de alma, 81.258 bloques de madera grabados con textos budistas, la colección más extensa del planeta. Es la única biblioteca de la lista que no tiene libros de papel pero aun así, el estado de las xilografías es tal, que se dice poder fotocopiar cada una de ellas de forma completamente nítida. Aunque acceder a este templo del saber es complicado, pasear por sus parcas estanterías, apretadas una junto a la otra, y rozar los textos budistas, convierten su visita en una delicia para los amantes de la literatura.

Biblioteca de Stuttgart, Alemania

Este impresionante edificio de once plantas, dos de ellas subterráneas, y construido con ladrillos de cristal que se iluminan de colores, es completamente blanco en su interior y el mejor ejemplo de la belleza arquitectónica que impregna las grandes bibliotecas. Está creada para dar a los libros todo el protagonismo que merecen, ya que apenas son sus cubiertas el color que se distingue en todo el recinto. En los cuatro muros que conforman este enorme edificio, parecido a un cubo de Rubik, se lee en cuatro idiomas la palabra biblioteca: alemán, por ser la lengua local; inglés, por ser la lengua franca; árabe, por ser la lengua de los antiguos conocimientos; y coreano, la lengua materna del arquitecto que ejecutó este glorioso proyecto.

Real Gabinete Portugués de Lectura, Brasil

Los portugueses concedieron un hermoso regalo, aun sin saberlo, a la colonia de Brasil antes de su independencia, cuando construyeron este edificio en Río de Janeiro entre 1880 y 1887. Cada piedra que conforma el suntuoso edificio fue traída, ya labrada, del país luso, y su fachada de estilo neomanuelino compone la analogía perfecta a las puertas del conocimiento. Tal expectación creo su construcción, que fue el propio emperador Pedro II de Portugal quien colocó la piedra angular, y su hija Isabel fue la encargada de inaugurarlo. Está abierta al público desde 1900 y cuenta con 350.000 ejemplares, entre ellos joyas históricas del novelista Machado de Assis y pinturas de José Malhoa.

Biblioteca Nacional de París, Francia

Los franceses hacen de la arquitectura el arte más exquisito. Construida en 1972, destaca la Sala de Lectura, a la que corona un amplio tragaluz delicadamente decorado. Aunque su mayor atracción son, evidentemente, sus libros. Aquí están los libros más exquisitos de las mejores bibliotecas de Francia, ya sean de forma permanente o temporal. Los parisinos han hecho un buen trabajo, confiscando obras si era necesario, para rellenar las instalaciones que actualmente ocupan 2.900.000 m ². Especialmente lucrativa fue la Revolución Francesa, cuando cientos de libros fueron confiscados a monasterios, aristócratas y simpatizantes de la monarquía, terminando por formar parte de la colección en la biblioteca.

Real Biblioteca del Monasterio del Escorial, España

No podía faltar una de las más hermosas bibliotecas en uno de los países más dignos en letras. Todavía ignoraba Felipe II, cuando ordenó su construcción debido a su amor a la literatura, que esta tierra suya sería el hogar de Quevedo, Góngora y Lorca. Quizás el aroma de los libros en el Escorial se introdujo en la genética de los grandes escritores, pese al terrible incendio que amenazó con destruirla en 1971, pese a que las tropas de Napoleón robaran numerosos volúmenes para engrosar la Biblioteca Nacional de París. Aguantaron fuertes las palabras en España. Contiene obras griegas, árabes, castellanas, hebreas, chinas, alemanas, italianas, portuguesas, turcas… Un templo del saber en todos los idiomas, de todas las edades, situado a menos de una hora de la capital.