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Expertos en desarrollo infantil tachan de “basura” al contenido generado por IA: “Afectará su comprensión del mundo”
El principal lugar donde los más pequeños ven estos vídeos es YouTube

Los vídeos generados por inteligencia artificial se han convertido en un fenómeno masivo en todas las plataformas, desde TikTok hasta Instagram y YouTube. Estos clips creados con herramientas como Sora o Nano Banana se han extendido hasta tal punto que están llegando también al público infantil, así lo demuestran estudios que señalan que la exposición de menores de dos años a YouTube está en máximos históricos.
Aunque para muchos padres la sección de YouTube Kids se trata de un entretenimiento aparentemente inocente, varios expertos en desarrollo infantil han puesto aquí el foco advirtiendo de que la presencia masiva de contenido generado por IA podría tener consecuencias mucho más serias de lo que parece.
Los peligros del contenido generado por IA para los más pequeños
Desde la organización Fairplay, centrada en el impacto de la tecnología en la infancia, su directora de programas Rachel Franz ha querido lanzar un mensaje que destaca que debemos ser conscientes de que los bebés están en una fase clave en la que su cerebro aprende a diferenciar lo real de lo ficticio.
Si esa etapa se llena de vídeos artificiales y sin sentido asegura que su percepción del mundo puede verse distorsionada.
Esta no es la única opinión de este estilo. Jenny Radesky, pediatra especializada en conducta del desarrollo en la Universidad de Michigan, subraya que YouTube está lleno de contenido diseñado únicamente para captar atención, sin aportar narrativa ni valor real. Según la experta, esto puede favorecer hábitos de consumo poco saludables desde edades muy tempranas.
Ante estas críticas, la propia plataforma ha respondido defendiendo sus políticas de monetización, argumentando que penalizan la producción masiva de vídeos de baja calidad pensados para niños como medida para evitarlos.
Sin embargo, los especialistas mantienen la preocupación, especialmente después de que la Asociación Estadounidense de Psicología publicara un informe en 2025 alertando de que el consumo repetitivo de clips cortos puede deteriorar funciones cognitivas fundamentales.