
Cine
La joya de viajes en el tiempo más difícil de entender: esta obra maestra de ciencia ficción te vuela la mente
Una compleja historia de viajes en el tiempo que renuncia al espectáculo y apuesta todo por el ingenio

Dirigida y protagonizada por Shane Carruth, Primer es una película que irrumpe como un desafío cerebral que exige atención total, paciencia y una mente dispuesta a desarmar cada pieza del rompecabezas que propone. Considerada una película de bajo presupuesto, este título ya ha conseguido convertirse en todo un fenómeno de la ciencia ficción. La verdad es que no resulta especialmente espectacular por su apartado visual, sino que su grandeza se encuentra en su ingeniosa narrativa y su precisión conceptual.
La historia comienza de manera casi cotidiana. Un par de ingenieros jóvenes, que están obsesionados con inventos y hacer experimentos, accidentalmente descubren la posibilidad de viajar en el tiempo. Sin embargo, lo que podría haber derivado en una trama clásica de aventuras o paradojas predecibles que tanto se han visto en el género, se convierte en un entramado denso en el que cada acción tiene consecuencias que se multiplican.
Una experiencia cinematográfica que mejora con cada revisión
Lejos de seguir una estructura arquetípica con héroes y villanos definidos, Primer se centra en personas comunes enfrentándose a una lógica que no comprenden completamente. Cada decisión y cada conversión tiene un inmenso valor porque están cargados de significado. Es una película compleja porque no te facilita pistas para no perderte en el sendero que propone, sino que confía en ese espectador que quiere reconstruir la cronología por sí mismo.
Además, la narrativa es deliberadamente intrincada. Esto se debe a que utiliza saltos temporales, versiones duplicadas de personajes y distintas líneas cronológicas que se cruzan constantemente entre sí. Lo más probable es que la primera vez que la veas se te escape gran parte de la trama, pero es esa sensación de misterio la que la convierte en una experiencia única y casi obsesiva.
Dicho esto, un elemento clave es la economía de recursos. Con un presupuesto mínimo, Primer plantea una puesta en escena que resulta sencilla, pero no menos eficaz. Aunque esto podría mermar el resultado final de la producción, es también lo que le da cierta sensación de autenticidad. Esto se traduce en que lo que se ve en pantalla se percibe más bien como un experimento real que como producto de entretenimiento. No es para todo el mundo, pero creo que merece una oportunidad.
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