Real Madrid

El chiringuito de Pedrerol: Que nadie os estropee la fiesta

Toca disfrutar de una época histórica, la de un Madrid de Zidane que será recordado y admirado por siempre, sin darle munición a los antimadridistas.

Mensaje a los madridistas: que nada ni nadie os estropee la fiesta. Que no vengan de fuera a deciros lo que está bien o lo que está mal, lo que vale más y lo que vale menos, a quién hay que aplaudir y a quién hay que criticar. No le deis munición a los antimadridistas. Estáis haciendo historia. Asistís a una época gloriosa del Madrid. Disfrutáis de un equipo de leyenda que va a ser recordado siempre. Sois el ejemplo a imitar. El rival a batir. El espejo en el que se mira toda Europa. No permitáis que lo empañen.

Puyol da en el clavo. Ni jeques ni gaitas. Florentino ha ganado las mismas Champions, cinco, que el Barça en toda su historia. Ya lo dijo un referente del barcelonismo como Carles Puyol tras felicitar al Madrid por la Decimotercera: algo está haciendo muy mal su club si lleva tres años seguidos viendo la final por la tele mientras su máximo rival levanta una Orejona detrás de otra. También dejó claro el eterno capitán culé que el Doblete es poca cosa al lado de la Champions. Por si a alguien le quedaban dudas.

El Madrid es otra cosa. El Madrid es de otra pasta. Hay que reconocerlo sin medias tintas ni excusitas. Tiene un gen competitivo que le hace diferente al resto. Que se lo digan a Messi, que ha reconocido públicamente la superioridad merengue en Europa. La perspectiva del tiempo ayudará a valorar lo que está consiguiendo este equipo. El Madrid no se rinde jamás, se levanta tras cada caída, nunca deja de creer, ni se cansa de ganar, no tiene techo y siempre quiere más. Eso es lo que le hace más grande. Muchos le envidian. Todos le temen.

Zidane, el mejor. Se acabó el debate en el banquillo del Bernabéu. Zidane se confirma como el mejor entrenador del mundo. No sé si es el más brillante tácticamente, pero sí es el mejor manejando a un grupo de estrellas tan complicado como es el vestuario del Madrid. Sin hacer ruido, además. Sin colgarse medallitas constantemente. Y sin contar con una corte de palmeros que le rían las gracias.

El triunfo de la humildad. El francés sabe que los protagonistas son los futbolistas, y ha creado el clima idóneo para que todos, y quiero decir todos, den siempre su mejor versión. Siempre ha sabido dar un paso atrás, incluso en las celebraciones. Ha protegido al vestuario en todo momento, también en invierno negándose a fichar a Kepa. Eso le ha hecho ganar puntos entre sus jugadores, que se sienten comprendidos y protegidos por el míster.

La profecía de Zinedine. Por cierto, Zidane ha cumplido con la palabra que le dio a Florentino nada más acabar la final de Cardiff hace justo un año. El presidente bajó al vestuario para felicitar a sus jugadores y, cuando se abrazó a Zidane, el técnico le dirigió una frase que se ha revelado premonitoria: «Presi, con esta plantilla el año que viene volveremos a ganar la Champions». Así ha sido. Me falta saber qué le dijo el sábado tras ganar en Kiev la tercera consecutiva. Seguiremos informando...