El heredero del estilo de España

«Le llamábamos cariñosamente gordo», dice Ginés Meléndez , el hombre por el que han pasado todos los jugadores importantes de la selección española en las categorías inferiores, los niños que luego crecieron para ser hombres y proclamarse campeones de Europa o para conquistar el mundo en Suráfrica. Jugadores como Isco, al que se refiere en la primera frase y cuyo contenido le remonta a hace más un lustro, cuando conoció al centrocampista andaluz, que apenas sumaba 14 años. Ahora acumula 21. Isco tenía un físico raro, era «culón» y se movía con un andar extraño, como con las piernas hacia dentro, pero ya siendo tan niño el talento le desbordaba. Desde que correteaba con un balón por la calle de la Flor, en Arroyo de la Miel, Benalmádena, hasta cuando brillaba con la pelota en el Atlético Benamiel, el equipo de su pueblo, donde se fijaron en él los clubes más importantes de España.

No fichó por el Barcelona porque en la escuela le obligaban a hablar catalán, según desveló uno de sus primeros técnicos, Salvador Burgos, en «goal.com». Tampoco por el Real Madrid, en un principio, por ese aspecto de gordito. Tuvo que esperar unos años para llegar al Bernabéu. Antes, pasó por el Valencia, donde creció en las categorías inferiores y llegó a debutar con el primer equipo, aunque Unai Emery no le dio continuidad, lo que le abrió la puerta para volver a casa.

En el Málaga dio el salto definitivo. A las órdenes de Manuel Pellegrini debutó y deslumbró en la Liga de Campeones hasta el punto de recibir en 2012 el «Golden Boy», premio al jugador joven del año. Los acontecimientos se han acumulado en la vida del centrocampista desde entonces. Todo ha ido rápido: se convirtió en un ídolo en La Rosaleda, debutó con la Selección absoluta, se proclamó campeón del Europeo sub'21 y fichó, esta vez sí, por el Real Madrid. «Diferente» es una de las palabras que más se utilizan para definirlo. Su capacidad para jugar con la pelota pegada a la bota, la habilidad para regatear por ambos lados y la facilidad para encontrar huecos donde no los hay le convierten en el perfecto heredero del estilo que ha hecho a «La Roja» campeona del mundo. Durante sus escasos meses en el Madrid se le ha visto dar pases y hacer controles con todas las partes del pie, y además ha destacado como goleador, algo fundamental, según Luis Aragonés, para cualquier jugador que quiera ser considerado el mejor.

Su irrupción en la casa blanca fue fulgurante, aunque ahora, asiduo del banquillo, atraviesa un periodo más complicado después de un verano en el que apenas ha tenido descanso. No dudó en ir con la Selección sub'21 al Europeo, pese a que ya se había estrenado con los «mayores», para dar al equipo nacional otro título. Aportó 8 tantos, algunos de ellos los más bonitos del torneo. A su lado estaban compañeros como Thiago Alcántara, Illarramendi o Koke, los hombres destinados a mantener las señas de identidad de España una vez acabe el Mundial de Brasil, donde un ciclo llegará a su fin, o quien sabe si ya en él mismo. «Será un jugador importante en el futuro de la Selección», dijo sin dudarlo Iniesta, el héroe de Suráfrica y uno de los futbolistas con los que se le compara. El otro es Zidane, ahora segundo entrenador del Madrid y de los que más insistió en su fichaje. Es joven y aunque ahora ha desaparecido de las alineaciones hay que tener calma con él. También él debe mantenerse sereno y no perder la humildad. Maestros ha tenido para ello. Entrenadores como Ginés Meléndez, que ya le recriminó que se comprara un coche nuevo, en lugar de una casa para él y otra para sus padres, cuando empezaba a ganar dinero. Paciencia. Tanto talento no puede desaprovecharse.

CURRÍCULUM

Nombre: Francisco Román Alarcón

Fecha y lugar de nacimiento:

21/04/1992 (Málaga).

Posición: Centrocampista.

Trayectoria: Valencia (2009-2011), Málaga (2011-2013) y Real Madrid (2013-).

Palmarés: Premio Golden Boy (2012)y Campeón de Europa sub-21 (2013)